Ciencia

Comprueban que pequeños gusanos toman “decisiones complejas” con solo 302 neuronas

Ciertos gusanos depredadores son capaces de elegir estrategias diferentes para sobrevivir en su entorno como si fuesen animales más desarrollados.

Gusano C. Elegans (derecha) escapando del gusano depredador P. Pacificus (izquierda). Foto: Salk Institute
Gusano C. Elegans (derecha) escapando del gusano depredador P. Pacificus (izquierda). Foto: Salk Institute

Un nuevo estudio ha comprobado que gusanos diminutos con tan solo 302 neuronas son capaces de tomar decisiones complejas, según publican sus autores en la revista Current Biology.

Los científicos han pasado décadas tratando de responder a la pregunta de cómo toman decisiones los animales, centrándose en las células y conexiones del cerebro que podrían estar involucradas. En el artículo hay un enfoque diferente, al analizar el comportamiento y no las neuronas.

Ellos se sorprendieron al descubrir que los gusanos pueden tener en cuenta múltiples factores y elegir entre dos acciones diferentes, a pesar de tener solo poco más de tres centenas de neuronas, frente a las aproximadamente 86.000 millones de los seres humanos.

Los hallazgos tienen importantes implicaciones para la forma en que los investigadores evalúan la motivación y las capacidades cognitivas en los animales, destacan los autores. Es más, el estudio demuestra que las capacidades complejas de toma de decisiones podrían codificarse en pequeñas redes biológicas y artificiales.

“Nuestro estudio demuestra que se puede utilizar un sistema sencillo como el del gusano para estudiar algo complejo, como la toma de decisiones dirigida por objetivos. También demostramos que el comportamiento puede decirnos mucho sobre el funcionamiento del cerebro”, afirma el autor principal, Sreekanth Chalasani, profesor asociado del Laboratorio de Neurobiología Molecular del Instituto Salk.

“Incluso los sistemas más sencillos, como los gusanos, tienen diferentes estrategias y pueden elegir entre ellas, decidiendo cuál les conviene en una situación determinada. Eso proporciona un marco para entender cómo se toman estas decisiones en sistemas más complejos, como los humanos”, añade un comunicado.

Ya sea comiendo presas o defendiendo su fuente de alimento, el gusano depredador Pristionchus pacificus se basa en morder. El reto del equipo era determinar las intenciones del gusano cuando lo hace.

Pristionchus pacificus comiendo a escarabajos en estado de descomposición. Foto: Nature

Pristionchus pacificus comiendo a escarabajos en estado de descomposición. Foto: Nature

Los investigadores descubrieron que P. pacificus elige entre dos estrategias de alimentación para morder a su presa y competidor, otro gusano llamado Caenorhabditis elegans. Por un lado está la estrategia depredadora, en la que su objetivo al morder es matar a la presa, y por otro la estrategia territorial, en la que la mordedura se utiliza en cambio para obligar al C. elegans a alejarse de una fuente de alimento.

El P. pacificus elige la estrategia depredadora contra las larvas del C. elegans, que son fáciles de matar. En cambio, P. pacificus selecciona la estrategia territorial contra los C. elegans adultos, que son difíciles de matar y superan a los P. pacificus en la obtención de alimento.

(A) P. pacificus adulto . (B) Adulto C. elegans . (C) Larva C. elegans . (D) P. pacificus mordiendo larvas de C. elegans . (E) Larva C. elegans después de una mordedura fatal. (F) P. pacificus mordiendo adulto C. elegans. Foto: Cell / Current Biology

(A) P. pacificus adulto . (B) Adulto C. elegans . (C) Larva C. elegans . (D) P. pacificus mordiendo larvas de C. elegans . (E) Larva C. elegans después de una mordedura fatal. (F) P. pacificus mordiendo adulto C. elegans. Foto: Cell / Current Biology

Para el equipo, parecía que los P. pacificus sopesaban los costes y beneficios de los múltiples resultados potenciales de una acción, un comportamiento que es familiar en los vertebrados pero inesperado en un gusano.

“Los científicos siempre han asumido que los gusanos son simples: cuando el P. pacificus muerde, pensamos que siempre lo hace con un único propósito depredador”, dice la primera autora, Kathleen Quach, becaria postdoctoral en el laboratorio de Chalasani.

Con información de Europa Press.