¿Cómo afectan los virus a los astronautas mientras cumplen misiones en el espacio?
Conocer cómo influye la multiplicación de los virus en la convivencia de los astronautas será crucial para adaptarnos a proyectos futuros con miras a Marte o cualquier destino lejano.
Los módulos espaciales son entornos cerrados y compactos que llevan consigo entidades microbianas. En esas comunidades se incluyen los virus. Lo preocupante es que algunos de ellos pueden llegar a ser perjudiciales para la salud del ser humano. Las condiciones extremas del espacio aumentan la vulnerabilidad de los astronautas, personas especialmente entrenadas que resisten la radiación cósmica, la microgravedad y el estrés psicológico.
Un estudio subido a la revista Astrobiology, firmado por investigadores del Instituto de Medicina Aeroespacial del Centro Aeroespacial Alemán, se enfocó en analizar las implicancias de vivir en la Estación Espacial Internacional, porque es el único hábitat humano fuera del planeta Tierra que posee una diversa gama de “géneros virales” que afectan al organismo.
Los expertos comentaron brevemente las prácticas utilizadas en misiones espaciales para reducir la probabilidad de que los virus se propaguen e intervengan en los trabajos de los cosmonautas. Se refieren al correcto uso de superficies antimicrobianas, las prácticas de esterilización y la filtración de aire.
“Antes de partir hacia la Estación Espacial Internacional (ISS), los miembros de la tripulación pasan por un aislamiento de siete días conocido como Programa de Estabilización de la Salud”, aseguran lo investigadores.
Como antecedente, 15 horas después de ejecutada la misión Apolo 7, el 11 de octubre de 1968, se guardan registros de que Walter Marty Schirra Jr., otrora astronauta y piloto de la Marina de Guerra de los Estados Unidos, se resfrió y contagió a tres tripulantes. A raíz de que se negaron a aterrizar con los cascos puestos, debido a las incomodidades por la mucosidad, los mandamases de la NASA instauraron la cuarentena obligatoria.
Walter Marty Schirra, Jr. pasó un total de 295 horas y 15 minutos en el espacio. Foto: NASA
“Si un pequeño virus nuevo puede iniciar algo (como la pandemia de la COVID-19) en la Tierra, imagina cómo sería en una estación espacial”, señaló Bruno Pavletić, autor principal del artículo e investigador de microbiología espacial, resaltando el contexto sanitario actual.
En primer lugar, el equipo recordó una investigación publicada en Nature Communications acerca de la abundancia de los virus a bordo de la Estación Espacial Internacional. Se usó una técnica especial con hisopos para secuenciar genomas virales.
“Se han identificado varios riesgos con respecto a los microorganismos y los vuelos espaciales tripulados. Estos incluyen un riesgo de infección potencialmente mayor, ya que se ha demostrado que la microgravedad afecta la virulencia de ciertos microorganismos, como Salmonella typhimurium (se encuentran en los pollos y huevos), Listeria monocytogenes (causante de infecciones alimentarias) y Enterococcus faecalis (ocasiona desbalances en ambientes de hospital)”, describieron los firmantes en el manuscrito.
La Salmonella typhimurium causa diarreas, dolores abdominales, vómitos y náuseas. Imagen microscópica. Foto: Volker Brinkmann / Max Planck Institute for Infection Biology
El 95% del material encontrado formaba parte de los bacteriófagos, los virus que infectan exclusivamente a las bacterias. El 4% de estos agentes afectaban humanos o animales (papiloma, adenovirus o herpervirus, en su mayoría); mientras el 1% se internaban en plantas o algas, o no se identificaron.
A pesar de la cuarentena acostumbrada de los astronautas, los patógenos alcanzan el espacio exterior. Una explicación curiosa sería que algunos virus permanecen dentro del cuerpo esperando ser reactivados, según el reciente estudio de Nature. Antes de volverse contagiosos, podrían estar a la espera de ser despertados, pues no generan síntomas hasta ir al espacio.
Los científicos creen, por el momento, que esta reactivación es consecuencia de exponerse a la radiación ultravioleta.
Conforme a un artículo de Photochemistry and Photobiology, compartido en julio de 2001, el virus del herpes simple cutáneo se reactivó por luz ultravioleta en más del 85% de ratones usados en el modelo.
Las otras posibilidades de la aparición de síntomas recaen en la falta de sueño de los astronautas, el cambio de gravedad, la deshidratación y las diferencias de la humedad. Aunque los experimentos en la Tierra enriquezcan poco a poco los conocimientos de esta tema, se debe considerar que tener la fórmula completa de cómo los virus afectan a los humanos en el espacio requiere más observaciones en los lugares de los hechos.
“Tal vez necesitemos establecer una línea de base: ¿qué significa la salud en la Tierra y qué significa la salud en el espacio?”, acotó el autor principal del estudio, Ralf Moeller.
Conocer cómo influye la multiplicación de los virus en la convivencia de los astronautas será crucial adaptarnos a misiones futuras hacia Marte o cualquier destino del sistema solar.