El planeta que estuvo dentro de su estrella y ahora es más caliente que el Sol
Este cuerpo celeste, de similar tamaño que la Tierra, sobrevivió luego de ser ‘engullido’ por su estrella, un evento que destruiría cualquier astro.
La búsqueda de exoplanetas se ha intensificado en este siglo con el avance de la tecnología espacial. En esta época, los científicos buscan cuerpos celestes en otros sistemas solares que compartan condiciones similares para la vida, al igual que la Tierra, mientras estudian cómo evolucionan en el tiempo.
Sin embargo, las infinitas posibilidades en el universo también nos han sorprendido con cuerpos celestes extremos. Uno de ellos es Kepler-70b (también llamado KOI-55b), un mundo nada tradicional descubierto en 2011 por el telescopio Kepler de la NASA, hasta ahora el más prolífico en descubrir planetas extrasolares.
Ubicado a 4.015 años luz de la Tierra, en la constelación de Cygnus, Kepler-70b orbita una estrella conocida como Kepler-70. Su órbita alrededor de ella se ubica a 00,6 unidades astronómicas, una distancia 65 veces menor que la órbita de Mercurio, el planeta más cercano al Sol.
Por esa proximidad, completa su vuelta o su ‘año’ en solo 5,76 horas.
Pero Kepler-70b tiene un rasgo aún más particular: su calor es de 6.800 C°, una temperatura incluso más intensa que la superficie del Sol (6.000 C°). Según el programa Exoplanet Exploration de la NASA, es tan caliente que actualmente se está evaporando y pronto será una víctima más en la vastedad del universo.
Kepler-70b es el exoplaneta más caliente jamás descubierto, con temperaturas estimadas en alrededor de 6.800 grados Celsius. Foto: Wikipedia
PUEDES VER: El róver chino Yutu 2 se acerca a la “casa misteriosa” detectada en la Luna y revela qué es realmente
‘Abrasado’ por su estrella
El motivo del extremo calor de Kepler-70b, que se cree fue un gigante gaseoso tan inmenso como Júpiter, se oculta en la evolución de su estrella.
Según la NASA, la masa de una estrella determina su ciclo de vida después de su fase de gigante roja; es decir, cuando el hidrógeno de su interior se ha agotado y comienza a usar elementos más pesados para la fusión nuclear. En ese estado, su capa exterior comienza a expandirse y engullir a los cuerpos celestes más cercanos.
Luego, las más masivas pueden derivar en una supernova, pero las de menor masa, como Kepler 70, se encogen en una enana blanca y comienzan a enfriarse hasta morir.
Esto se cree que ocurrió con el sol de Kepler-70b hace unos 18,4 millones de años, cuando se convirtió en una gigante roja y destruyó las atmósferas de los planetas de su vecindario hasta evaporarlas. Sin embargo, debido a su gran tamaño, Kepler-70b sobrevivió tras ser engullido, aunque terminó como un núcleo de hierro chamuscado.
Según los científicos, su simple existencia podría ejemplificar el destino de Mercurio, Venus y, probablemente, la Tierra, cuando nuestro Sol se hinche como una gigante roja en unos 5.000 millones de años.
Nacimiento y evolución de las estrellas en el universo. Foto: Enciclopedia Britannica