Variante ómicron en discotecas, gimnasios y coros: contagio asegurado
Un estudio ha determinado que cantar, gritar y ejercitarse durante mucho tiempo en lugares cerrados significa un riesgo de contagio casi inevitable.
Una investigación que analiza los contagios de COVID-19 en diferentes condiciones ambientales ha concluido que cantar, gritar y hacer ejercicio, lo cual ocurre en coros, discotecas y gimnasios, son actividades que implican mayor exposición a la infección. El estudio fue publicado en la revista Environmental Science and Technology.
La propagación de la COVID-19 ocurre principalmente a través de microgotas (saliva o mocos) y aerosoles (micropartículas emitidas al exhalar que se mantienen suspendidas en el aire).
La investigación consideró diversos factores de riesgo que posibilitan el contagio, como la ventilación, las tasas de generación de aerosoles, el flujo respiratorio, la calidad de las mascarillas, el número de ocupantes en una habitación y la duración de la exposición.
Pese a que el estudio se basó en los primeros brotes del coronavirus SARS-CoV-2 (hasta mediados de 2020), Trisha Greenlagh, una de las autoras del estudio, ha actualizado en su Twitter este riesgo de contagio con la variante ómicron.
Hasta la fecha, ómicron es la variante del coronavirus más transmisible de la pandemia y en el mundo ya se reportan un número histórico de casos. No obstante, también genera síntomas más leves que otras variantes.
Hasta el 99% de riesgo de contagio
La actualización detalla que cuando se realizan actividades que generan más aerosoles —como ejercitarse, cantar y gritar— en lugares cerrados, mal ventilados y durante un tiempo prolongado, el riesgo de contagio oscila entre 53% y 99%, dependiendo del aforo del lugar. Esto ocurre independientemente de que se use mascarilla o no dentro del espacio.
Si estas actividades se practican durante largo rato en lugares cerrados, pero bien ventilados, el riesgo disminuye. Dependiendo del aforo sitio, cuando se usa mascarilla, la exposición fluctúa entre 12% y 64%; mientras que cuando no se emplea ninguna, el riesgo se mantiene entre 30% y 95%.
Cabe destacar que practicar dichas actividades en lugares abiertos (donde hay una ventilación más adecuada) continúa siendo la opción más segura para prevenir el contagio. En ese escenario, se observa una exposición a la infección entre 0,01% y 1,2% con mascarillas, y entre 0,04% y 3,4% sin mascarillas.