Ciencia

Astrónomos detectan una “ventana al pasado” que permite ver 9.400 millones de años atrás

Albert Einstein había propuesto en 1911 las ideas principales de este fenómeno que ahora los científicos investigan con más profundidad.

Este fenómeno cósmico es llamado Anillo fundido por su apariencia y su constelación anfitriona, El Horno. Foto: NASA/ESA
Este fenómeno cósmico es llamado Anillo fundido por su apariencia y su constelación anfitriona, El Horno. Foto: NASA/ESA

Desde hace más de 40 años, los científicos han identificado cientos de Anillos de Einstein, llamados así debido a que fueron postulados por el célebre físico alemán. Estos fenómenos permiten observar de cerca lugares del cosmos tan remotos que los vemos como eran hace miles de millones de años.

Ahora, tras la publicación de un estudio alojado en The Astrophysical Journal, la atención está puesta en el denominado Anillo Fundido GAL-CLUS-022058s, el más grande y complejo jamás descubierto, dentro de la constelación del hemisferio sur de Fornax (El Horno).

Un equipo de astrónomos liderado por el profesor Anastasio Díaz, de la Universidad Politécnica de Cartagena (España), descubrió que aquella “ventana al pasado”, la cual funciona como un lente que aumenta la visibilidad de luces lejanas, nos permite examinar una galaxia ubicada a una distancia de 9.400 millones de años luz. Esto quiere decir que la luz ha demorado todo ese tiempo en llegar a los telescopios de la Tierra, por lo que vemos a dicha galaxia como era hace 9.400 millones de años, en la ‘infancia’ del universo, cuya edad aproximada es de 13.800 millones de años.

Este efecto también se llama lente gravitacional. Se produce si un objeto masivo se encuentra entre nosotros y otro más distante; a continuación, debido a la curvatura del espacio-tiempo, en los telescopios aparece una imagen distorsionada pero magnificada del objeto distante. Sin estos ‘atajos’ hallados por los astrónomos, sería mucho más difícil revelar los secretos del cosmos temprano.

Ilustración de lentes gravitacionales. Foto: NASA / ESA / L. Calçada

Ilustración de lentes gravitacionales. Foto: NASA / ESA / L. Calçada

Incluso dicho efecto es tan poderoso que, en el caso del Anillo Fundido de Einstein, podemos ver la lejana galaxia —situada detrás de un cúmulo de galaxias mucho más cercano— dividida en cuatro imágenes poco nítidas. Aquella reunión de estrellas pertenece a una época en donde su propia formación ocurría a ritmo acelerado, mil veces más rápido que en la Vía Láctea de tiempos actuales.

Anastasio Díaz destacó que tal modelo de datos solo se obtuvo por la efectividad del telescopio Hubble de la NASA, porque ayudó a su equipo a captar la repartición de imágenes distorsionadas. De esta manera, se ratifica el aporte incalculable de uno de los aparatos tecnológicos más renombrados de la astronomía moderna.

Las cuatro imágenes de la galaxia detrás del Anillo Fundido. Foto: Díaz-Sánchez et al., ApJ, 2021

Las cuatro imágenes de la galaxia detrás del Anillo Fundido. Foto: Díaz-Sánchez et al., ApJ, 2021

Observando ese sector del universo mediante esta “ventana al pasado”, los científicos determinaron que la galaxia ubicada tras la lente gravitacional corresponde a una época donde las estrellas nacían a una tasa de 70 a 170 masas solares por año.

Albert Einstein había propuesto en el año 1911 las ideas embrionarias referidas a los anillos. Las retomó en 1915 para probar su teoría de la relatividad general.

Estas alineaciones de objetos astronómicos estarían esparcidas por doquier, esperando a que la humanidad asome sus ojos y satisfaga su curiosidad acerca de cómo fue la fundación del cosmos.