Retiran de plataforma científica estudio que respalda el uso de ivermectina contra la COVID-19
Investigadores independientes descubrieron que los autores del estudio “pueden haber fabricado sus datos y plagiado grandes porciones de su artículo”.
Uno de los mayores estudios que respalda el uso de ivermectina como tratamiento de la COVID-19 ha sido retirado del sitio web donde estaba publicado debido a “preocupaciones éticas”.
El artículo en cuestión, publicado en noviembre de 2020 en formato preliminar o preimpresión (es decir, que aún no había sido revisado por otros expertos), trataba sobre la eficacia y seguridad del fármaco antiparasitario ivermectina en el tratamiento contra este virus. La investigación fue dirigida por el doctor Ahmed Elgazzar, de la Universidad de Benha en Egipto, y tuvo la participación de 600 pacientes de COVID-19.
El estudio indicó que los pacientes con COVID-19 hospitalizados que recibieron este medicamento desde la etapa temprana de la infección “informaron una recuperación sustancial” y que hubo una mejora significativa, así como una reducción del 90% en la tasa de mortalidad en los grupos tratados con este fármaco.
En la página de su publicación, algunas personas cuestionaron irregularidades en el texto, pero no captaron mayor atención. El artículo continuó siendo citado para apoyar los estudios sobre ivermectina contra la COVID-19 hasta que el estudiante de medicina Jack Lawrence realizó una minuciosa revisión como parte de una tarea para su maestría.
Plagio y contradicciones
Encontró que casi la totalidad de la sección de introducción parecía haber sido plagiada de varias fuentes: otros estudios, cartas dirigidas a otras revistas y comunicados de prensa sobre ivermectina y COVID-19.
Para disfrazar el presunto plagio, disfrazaron sinónimos y cambiaron algunas palabras.
También notó que los datos sin procesar contradecían en varias ocasiones lo que indicaba el propio trabajo.
“Los autores afirmaron haber realizado el estudio solo en personas de 18 a 80 años, pero al menos tres pacientes en el conjunto de datos tenían menos de 18 años”, dijo Lawrence a The Guardian.
“Afirmaron que realizaron el estudio entre el 8 de junio y el 20 de setiembre de 2020; sin embargo, la mayoría de los pacientes que murieron fueron ingresados en el hospital y fallecieron antes del 8 de junio, según los datos originales”, añadió.
Asimismo, halló discordancias en los propios resultados de la investigación.
“En su artículo, los autores afirman que cuatro de cada 100 pacientes murieron en su grupo de tratamiento estándar para COVID-19 leve y moderado. Según los datos originales, el número era 0, lo mismo que el grupo de tratamiento con ivermectina”, indicó Lawrence.
“En su grupo de tratamiento con ivermectina para la COVID-19 grave, los autores afirman que dos pacientes murieron, pero el número en sus datos sin procesar es cuatro“, señaló.
Reportan a 35 pacientes hospitalizados por la COVID-19. Foto: La República.
“Fabricación” de datos
Lawrence contactó a Nick Brown, analista de datos que revisa artículos científicos en busca de errores, para que lo ayudara con una revisión profunda del estudio de Elgazzar.
Brown elaboró un extenso documento que detalla numerosas discrepancias y errores en los datos. Uno de los aspectos que más lo inquietaron fue que repitieron la información entre pacientes.
“El error principal es que al menos 79 de los registros de pacientes son clones obvios de otros registros”, dijo a The Guardian. “Ciertamente es el más difícil de explicar como un error inocente, especialmente porque los clones ni siquiera son copias puras. Hay indicios de que han intentado cambiar uno o dos campos para que parezcan más naturales”, detalló.
Después de que Lawrence notificara estas incidencias, el artículo fue retirado el jueves 15 de julio de Research Square, el sitio web donde se encontraba alojado. Dicho portal alegó que su decisión se debió a “preocupaciones éticas”, sin agregar más detalles.
Ivermectina contra la COVID-19: sin respaldo
Otros expertos que habían revisado el estudio, consultados por Lawrence y The Guardian, coincidieron en que había una clara evidencia de fabricación de información con la intención de obtener resultados que respalden el uso de ivermectina contra la COVID-19.
Para Gideon Meyerowitz-Katz, epidemiólogo australiano de enfermedades crónicas de la Universidad de Wollongong, los datos son “totalmente falsos”, lo cual resulta preocupante porque “este es uno de los estudios de ivermectina más importantes que existen”.
La investigación había sido usada en dos metanálisis (aquí y aquí) sobre el uso del fármaco en el tratamiento contra esta enfermedad, los cuales se erigieron como las primeras muestras claras de era útil para este propósito.
Se suponía que la investigación de Elgazzar era uno de los pocos sobre ivermectina y COVID-19 basados en un ensayo de control aleatorio, un tipo de estudio que proporciona la evidencia más confiable sobre la efectividad de los medicamentos debido al riesgo ínfimo de factores de confusión que influyan en los resultados.
Al borrar de escena este trabajo, que mostraba resultados arrolladores como una reducción del 90% en la mortalidad, la evidencia que había a favor de la ivermectina se vuelve nuevamente pobre.
Actualmente se están realizando otras investigaciones sobre ivermectina, como la de la Universidad de Oxford, que está probando si administrar este fármaco evita que los enfermos de COVID-19 sean hospitalizados.