¿Por qué Mercurio tiene hielo en su superficie si es el planeta más cercano al Sol?
Los astrónomos sugieren que el planeta no solo posee hielo, sino que también lo fabrica, incluso cuando la temperatura diurna supera los 400° C.
Mercurio, el planeta más cercano al Sol y el segundo más caliente del sistema solar después de Venus, posee hielo en su superficie. Sí, aunque suene ilógico, este mundo conserva bloques de agua en su estado sólido incluso cuando experimenta temperaturas diurnas que alcanzan los 400° centígrados.
Más impresionante aún: los astrónomos creen que ese mismo calor infernal es la causa de que exista hielo en dicho planeta, que se ubica a 58 millones de kilómetros de distancia de nuestra estrella. ¿Cómo puede ser posible?
¿Por qué Mercurio tiene hielo?
Las reservas de hielo en Mercurio se encuentran en el fondo de cráteres ubicados en sus polos, lugares recónditos que nunca reciben radiación solar debido a la casi nula inclinación del eje de rotación del planeta con respecto a su plano orbital.
Los cráteres de Mercurio que contienen hielo se encuentran en ambos polos del planeta. Foto: NASA
Estos cráteres son lugares idóneos para mantener los bloques de hielo sin que se derritan y evaporen por el calor, ya que allí se experimenta una temperatura que combina las temperaturas diurnas y nocturna del planeta, que oscilan desde los 400 °C hasta los -200 °C.
La existencia de hielo en Mercurio fue teorizada por primera vez mediante observaciones de radiotelescopios, los cuales detectaron manchas en los polos del astro que reflectaban las ondas de radio.
El misterio tuvo un punto final cuando, a inicios de esta década, la sonda MESSENGER de la NASA, enviada a la órbita del planeta, comenzó a enviar fotografías de la superficie de Mercurio como ningún otro instrumento lo había hecho hasta entonces.
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Un planeta caliente que fabrica hielo
Por mucho tiempo, el consenso científico dictaba que la mayor parte las moléculas de agua que conforman el hielo de Mercurio fueron traídas por cometas y asteroides, de manera similar a como habría ocurrido en la Tierra y otros planetas vecinos.
Sin embargo, un estudio de 2020 descubrió que, aunque parezca increíble, el planeta por sí mismo podría ser una fábrica constante de hielo mediante un complejo proceso químico.
Imagen a color del cráter mercuriano Kuiper. Foto: NASA
Este proceso, explican los autores del artículo, iniciaría cuando los grupos de hidroxilo (OH), presentes en los minerales de Mercurio, se liberan cuando interactúan con los protones que se derivan del viento solar.
Esta interacción produce moléculas de agua e hidrógeno que se elevan de la superficie y terminan circulando por el planeta hasta que una parte de ellas acaba atrapada en los cráteres polares mercurianos.
“El proceso podría dar cuenta fácilmente de hasta el 10% del hielo total en Mercurio”, sostiene en comunicado Thomas Orlando, autor principal de la investigación publicada en la revista Astrophysical Journal Letters.
“Las moléculas de agua pueden llegar hasta las sombras, pero nunca podrán irse de allí. Postulamos que la cantidad total de ellas que se convertiría en hielo es de unos 11.000 millones de toneladas durante un periodo de cerca tres millones de años”, añadió.