La realidad virtual podrá conectarse con el sentido del tacto mediante una ‘ley universal’ [VIDEO]
Cuando tocamos algo, se crean ondas que viajan desde las capas de la piel y los huesos hasta las células, destacaron los investigadores.
En los videojuegos, la percepción sensorial solo ocurre por intermedio de sonidos y escenas visuales de simulación. Un equipo de investigadores de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) conformado por los científicos Michael Adams, James Andrews y Thomas Montenegro-Johnson fue más allá: utilizó ondas sísmicas a fin de desarrollar una nueva tecnología de realidad virtual dotada de receptores para el sentido del tacto.
Así lo explican los involucrados en este estudio a través de una publicación en la revista multidisciplinaria Science Advances llamada “Una ley de escala universal del tacto de los mamíferos”.
Investigadores de H-Reality empiezan un boom en la tecnología de realidad virtual | Fotocaptura: www.hreality.eu / composición LR
“Para la mayoría de los mamíferos, el tacto es el primer sentido que se desarrolla. Deben sentir vibraciones en la superficie de su piel para que puedan responder a varios estímulos en su entorno, un proceso llamado vibrotacción”, se lee en el inicio del resumen.
Los investigadores son miembros de H-Reality, proyecto de expertos industriales y académicos de ingeniería y matemáticas. Ellos están creando la próxima generación de controles hápticos —una variante de los que se maniobran en consolas de videojuegos—. Asimismo, cuentan que han identificado una ‘ley a escala universal’ relacionada con los receptores táctiles. Llegaron a ese dictamen tras experimentar con ondas Rayleigh, un tipo de curva acústica superficial que se desplaza en sólidos.
Estas ondas de Rayleigh surgen a partir del contacto entre objetos. En tal sentido, los científicos determinaron que dichas ondas viajan por las capas de piel y hueso; después, son acogidas por las células receptoras del tacto.
“El tacto es un sentido notablemente complicado, que utiliza varios tipos diferentes de mecanorreceptores para detectar ondas cutáneas”, comentaron en el documento alojado en Science Advances.
Los mecanorreceptores se especializan en detectar sensaciones cutáneas. Por ejemplo, los corpúsculos de Meissner responden al tacto suave; los de Krause, al frío; los de Ruffin, a los estiramientos y al calor. Sin embargo, la atención está puesta en los de Pacini, que reaccionan frente a la presión y las vibraciones.
“Los CP (Corpúsculos de Pacini) se encuentran profundamente dentro de la piel cerca del límite de la dermis / hipodermis. [...] Además, las PC son capaces de detectar características submicrónicas (dimensión inferior a una micra, la millonésima parte de un metro), permiten la detección no local lejos del sitio inicial de excitación”, expone el equipo de expertos.
El Dr. Tom Montenegro-Johnson, de la Escuela de Matemáticas de la Universidad de Birmingham, por su lado, expresó que el sentido del tacto es uno de los más complejos y menos comprendidos. “Si bien tenemos leyes universales para explicar la vista y el oído, por ejemplo, esta es la primera vez que hemos podido explicar el tacto de esta manera”, añadió.
Los elefantes y el tacto primordial de los antepasados comunes
En el estudio científico también se hace una comparación entre el tacto de los humanos y los elefantes, especie que desarrolló sus sentidos hace 160.000 millones de años.
“Cuando una persona desliza un dedo por una superficie, o cuando los elefantes se comunican a grandes distancias con sus patas, las vibraciones viajan a través de la piel, excitando los mecanorreceptores; estas son terminaciones nerviosas que convierten las vibraciones mecánicas en señales eléctricas”, dicen los especialistas en la introducción del artículo.
La piel de un elefante es unas 400 veces más rígida y 16 más gruesa que la de un humano. Otro detalle es que la rigidez de la piel varía tomando en cuenta factores como la edad, el sexo o una parte específica del cuerpo.