Inglaterra: profesores serían más afectados que los alumnos si se retorna a clases presenciales, según estudio
Clases en tiempos de COVID-19. Un nuevo estudio científico sostiene que la incidencia del SARS-CoV-2 destaca la importancia de controlar la enfermedad en la comunidad para proteger al personal y a los estudiantes en entornos educativos.
El sector educación también se ha visto perjudicado ante la pandemia de la COVID-19. Las autoridades están buscando la forma en los niños vuelvan a las clases presenciales; sin embargo, existe un peligro latente de infección y que podría venir desde los profesores.
De acuerdo a un estudio científico realizado por la agencia gubernamental británica Public Health England (PHE), que todavía no ha sido revisado por sus pares, menciona que los niños no serían un vector de transmisión comunitaria tan relevante como los adultos en el contexto educativo.
PUEDES VER: Estudio revela la diferencia entre la pérdida del olfato por COVID-19 y por el resfriado común
Los investigadores resaltaron que el número de entornos educativos abiertos en Inglaterra aumentó de 20.500 a 23.400 entre el 1 y el 30 de junio, y el número de niños que asistieron a cualquier entorno educativo aumentó de 475.000 a 1.646.000, según comparte el portal Infobae.
Durante este periodo de clases, se detectaron, entre alumnos y personal de la escuela en Inglaterra, 67 casos únicos y 30 brotes (definidos como 2 o más casos vinculados). Esto significa que solo el 0,01% de los centros de aprendizaje dieron positivo a la nueva enfermedad, teniendo en cuenta que más de 1 millón de menores asistían.
Los autores de la investigación creen que las infecciones en la comunidad en general probablemente generen casos en las escuelas. Foto: EFE/referencial
Ante estos resultados, los expertos creen que las infecciones en la comunidad en general probablemente generen casos en las escuelas, y que los niños tienen más probabilidades de contraer la infección por la COVID-19 fuera del colegio.
Es medio de estos casos que pusieron en alerta a las autoridades, el PHE descubrió que era más probable que hubiera brotes en las escuelas de aquellas áreas que también tenían una alta incidencia de COVID-19, lo que sugiere que la transmisión en la comunidad estaba impulsando la propagación en los colegios.
En tanto, se detectaron que 128 miembros del personal en estas escuelas también fueron contagiados del virus SARS-CoV-2. El informe explica que los trabajadores de los colegios tenían más probabilidades de verse afectados por el virus que los estudiantes, pero no más que la población general.
Bajo este contexto, los especialistas detallaron que la fuente probable en 20 de los 30 brotes que se detectaron en los colegios fue la transmisión de personal a personal o de personal a estudiante
El doctor Shamez Ladhani, de PHE, señaló que “las infecciones y los brotes de SARS-CoV2 fueron poco comunes en los entornos educativos durante el primer mes después de la flexibilización del aislamiento nacional en Inglaterra. La fuerte correlación con la incidencia regional de SARS-CoV-2 enfatiza la importancia de controlar la transmisión comunitaria para proteger los entornos educativos. Las intervenciones adicionales deben centrarse en reducir la transmisión dentro y entre los miembros del personal”.
Los resultados de la investigación titulada Infección y transmisión del SARS-CoV-2 en entornos educativos: análisis transversal de conglomerados y brotes en Inglaterra, señala sobre el grado en el los niños pueden verse afectados en el regreso a clases.
“La reapertura de escuelas se asoció con muy pocos brotes después de aliviar la bloqueo nacional en Inglaterra. La infección y los brotes de SARS-CoV-2 tenían más probabilidades de involucrar a los miembros del personal, destacando la necesidad de mejorar la educación y el control de infecciones medidas para este grupo”, menciona la conclusión de la investigación.