Ciencia

Detectan un raro fenómeno tras la desintegración de la “partícula de Dios”

Los científicos detectaron una descomposición nunca antes vista del bosón de Higgs, la famosa partícula que le ‘da’ masa a todas las demás.

Representación del campo donde se manifiesta el bosón de Higgs. Fuente: CERN.
Representación del campo donde se manifiesta el bosón de Higgs. Fuente: CERN.

El bosón de Higgs, también conocido como la “partícula de Dios”, es la manifestación del campo de Higgs, aquel que está presente en todo el universo para dar masa a las partículas elementales. Desde que se detectó en 2012 a partir del choque de protones en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), los físicos lo han estudiado con el fin de probar sus propiedades.

Este 3 de agosto de 2020, en la 40 Conferencia Internacional sobre Física de Alta Energía (ICHEP), los científicos de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) han anunciado que la desintegración del bosón de Higgs produjo dos muones. En un comunicado, la institución explica que el muón es una copia más pesada del electrón, una de las partículas elementales que constituyen la materia del universo. Mientras que los electrones son partículas de primera generación, los muones pertenecen a la segunda generación.

Detector CMS en el Gran Colisionador de Hadrones. Fuente: CERN.

Detector CMS en el Gran Colisionador de Hadrones. Fuente: CERN.

Apenas después de aparecer, el bosón de Higgs se desintegra en otras partículas. De esa manera, se han detectado varias descomposiciones en cada experimento que se obtuvo la famosa partícula. Sin embargo, el proceso físico en el que el bosón de Higgs se descompone en muones es un fenómeno raro: solo uno de cada 5000 lo hace.

Choque de protones que permitió detectar el bosón de Higgs. Fuente: CERN.

Choque de protones que permitió detectar el bosón de Higgs. Fuente: CERN.

El CERN indica que estos nuevos resultados tienen gran importancia para la física fundamental porque indican por primera vez que el bosón de Higgs interactúa con partículas elementales de segunda generación.

Este hallazgo se logró gracias a los detectores ATLAS y CMS, instalados en el LHC, el acelerador de partículas más grande construido por el hombre (un túnel de 27 kilómetros de circunferencia ubicado a 175 metros bajo tierra debajo de la frontera entre Francia y Suiza.

Parte del gigantesco acelerador de partículas LHC. Fuente: CERN.

Parte del gigantesco acelerador de partículas LHC. Fuente: CERN.

De acuerdo con el Modelo Estándar, la masa de una partícula depende de qué tan fuerte es su interacción con el campo de Higgs, un mecanismo que existe desde los primeros instantes del universo. De no ser así, ningún fenómeno conocido habría sido posible, como la formación de los átomos, las estrellas o la vida.

Hasta el momento, los sofisticados detectores del LHC han observado la descomposición del bosón de Higgs en diversos tipos de partículas elementales. Dado que los muones son más ligeros, su interacción con el campo de Higgs es más débil. Por esa razón, las interacciones entre el bosón de Higgs y los muones no se habían visto en anteriores experimentos.

Los científicos esperan seguir descifrando los secretos del bosón de Higgs para entender mejor el funcionamiento del universo y sus más grandes enigmas.