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Ciencia

Laboratorio de Wuhan almacenó en 2013 un virus similar al SARS-CoV-2, según The Times

Hace siete años, seis hombres se infectaron con un virus desconocido tras ingresar a una mina de cobre abandonada. Tres de ellos murieron por una "neumonía incontrolable". Esta cepa fue trasladada y almacenada en el laboratorio chino para su análisis, asegura el medio británico.

El virus habría provocado la muerte de tres personas en 2012. Foto: referencial / AFP
El virus habría provocado la muerte de tres personas en 2012. Foto: referencial / AFP

Una investigación realizada por el medio británico The Times reveló detalles sobre un virus mortal desconocido en 2012. De acuerdo con el reportaje, el hecho sucedió en una mina de cobre en la provincia de Yunnan (China), donde seis trabajadores resultaron infectados y la mitad de ellos fallecieron a causa de una “neumonía incontrolable”.

En agosto de ese año, un grupo de científicos se dirigió a la provincia para estudiar el caso. Tomaron parte de una muestra fecal de murciélagos, la congelaron y la enviaron a un laboratorio chino. Tras un año de estudios, cientos de muestras fueron dirigidas también a Wuhan, indica el informe. Se descubrió después que se trataba de una nueva cepa de coronavirus tipo SARS, cuya compatibilidad con el actual causante de COVID-19 es del 96.2 %.

“El virus fue un gran descubrimiento [...] Sorprendentemente, solo recibió una mención pasajera en un artículo académico. Los seis hombres enfermos no fueron referidos en absoluto”, escribe The Times.

El medio británico cita una tesis de maestría de un joven médico llamado Li Xu. Asesorado por Qian Chuanyun, quien trabajaba en el hospital que recibió a los hombres infectados. El artículo narra sobre los contagios y las posteriores muertes de los mineros.

“El martes 24 de abril de 2012, un hombre de 45 años con el apellido Guo fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital porque padecía una neumonía grave”, explica el reportaje.

Al día siguiente, otro hombre de apellido Lv llegó al hospital con los mismos síntomas. El jueves siguiente hubo tres casos más: Zhoy (63), Liu (46) y Li (32). Una semana después, un sexto paciente llamado Wu, de 26 años, fue llevado a la unidad.

“Todos los hombres estaban vinculados. Se les había encomendado la tarea de limpiar montones de heces de murciélago en una mina de cobre abandonada en las colinas al sur de la ciudad de Tongguan en la región de Mojiang. Algunos habían trabajado durante dos semanas antes de enfermarse, y otros solo unos pocos días”, continúa el informe.

Los médicos detectaron en los pacientes fiebres de más de 39° C, tos y dolor en las extremidades. Todos, excepto uno, presentaba dificultad severa para respirar.

Dos fallecieron y los otros cuatro fueron sometidos a pruebas de descarte para fiebre hemorrágica, dengue, influenza, entre otros. Los resultados salieron negativos, incluyendo un test de SARS del 2002.

La intervención del Zhong Nanshan fue imprescindible en aquel entonces. Era un especialista en respiración y expresidente de la Asociación Médica de China encargado para combatir el SARS. Él solicitó examinar los anticuerpos y se tuvo la colaboración del Instituto de Virología de Wuhan (WIV) para analizar las muestras.

“Los cuatro tenían anticuerpos contra otro coronavirus desconocido similar a SARS. Además, dos pacientes que se recuperaron y se fueron a casa mostraron mayores niveles de anticuerpos que dos que aún estaban en el hospital, uno de los cuales murió más tarde”, agrega The Times.

Nueva cepa de SARS

El caso no fue reportado por los medios chinos. Sin embargo, la viróloga Shi Zhengli, conocida como ‘Bat Woman', ya había iniciado una investigación al respecto en Wuhan.

Shi y su equipo llevaban años analizando colonias de murciélagos. En 2012 fue solicitada para investigar el incidente de la mina de cobre. Los resultados fueron publicados en un artículo llamado ‘Coexistencia de múltiples coronavirus en varias colonias de murciélagos en un pozo de minas abandonado'. De acuerdo con The Times, no se mencionó el porqué de esta investigación (las tres muertes de los mineros).

El documento destaca 152 secuencias genéticas de coronavirus halladas en el pozo minero. Dos de estos eran de tipo SARS y uno fue clasificado como “nueva cepa”.

“[Fue] etiquetado como RaBtCoV/4991. Fue encontrado en un Rhinolophus affinis, comúnmente conocido como un murciélago de herradura. La gran importancia de RaBtCov/4991 no se entendería completamente durante siete años [cuando aparece el SARS-CoV-2]”, refiere el medio británico.

En 2017, se dio la instalación del laboratorio de Wuhan BSL-4, de mayor bioseguridad, cuyo fin era manejar patógenos humanos mortales. En dicho nivel fueron almacenados varios coronavirus, incluido el RaBtCov. The Times afirma que en dicho establecimiento se estaban “realizando experimentos controvertidos” para descubrir si estos virus podían mutar para volverse más infecciosos para los humanos.

“El equipo de Shi combinó fragmentos de diferentes coronavirus para ver si podían hacerse más transmisibles en lo que llamaron ‘experimentos de infectividad de virus'”, describe el medio y asegura que esto fue registrado en documentos publicados por el WIV entre 2015 y 2017.

“En 2014, el Gobierno de los EE. UU. emitió una prohibición de financiar cualquier intento de hacer que un virus sea más contagioso [...] El equipo de Shi argumentó que el trabajo, llamado ‘ganancia de función’, aumentó su comprensión de cómo un coronavirus común podría algún día transformarse en un asesino como el SARS.”, expone.

El brote de la COVID-19

En diciembre de 2019, Shi fue informada sobre el nuevo coronavirus que había aparecido en Wuhan. En aquel entonces, la viróloga se mostró desconcertada. “Nunca había esperado que este tipo de cosas ocurrieran en Wuhan, en el centro de China”. Luego se preguntó si el virus habría provenido de su laboratorio, aunque luego dijo que lo descartó tras examinar los registros.

“Eso me quitó un peso de encima”, dijo al Scientific American.

Un documento publicado en Nature, en febrero de 2020, describió por primera vez la secuencia genómica completa del SARS-CoV-1. Tras esto, se reveló que el Instituto de Virología de Wuhan poseía un pariente cercano, llamado RaTG13, cuya coincidencia es del 96.2 %. De acuerdo con su registro, esta cepa fue recogida de un murciélago de la herradura en Yunnan, en 2013.

The Times sugiere que es el mismo que el RaBtCoV/4991: “De hecho, los investigadores en India y Austria han comparado el genoma parcial de la muestra de la mina que se publicó en el artículo de 2016 y descubrieron que coincide 100 % con la misma secuencia para RaTG13. La misma secuencia parcial para la muestra de la mina es una coincidencia del 98.7 % con el virus COVID-19″.

Un colaborador cercano al instituto de Wuhan, Peter Daszark, fue consultado por el medio y confirmó que es la misma cepa hallada en la mina de cobre. Pero la variación de nombre se debió solo a un cambio de codificación, que es común.

Según Daszak, la muestra de la mina había estado almacenada en Wuhan durante seis años. Sus científicos “volvieron a esa muestra en 2020, a principios de enero o tal vez incluso a fines del año pasado, no lo sé. Intentaron obtener la secuenciación completa del genoma, lo cual es importante para descubrir toda la diversidad del genoma viral “.

Sin embargo, después de secuenciar el genoma completo para RaTG13, la muestra de laboratorio del virus se desintegró, dijo. “Creo que trataron de cultivarlo, pero no pudieron, por lo que esa muestra, creo, se ha ido”.

The Times manifiesta que escribió al Instituto de Wuhan para hacer preguntas sobre el RaBtCoV/4991., pero no recibió respuesta.

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