Neoyorquinos se hacen test con la esperanza de tener anticuerpos contra la COVID-19
Centenares de personas realizaron largas horas de espera para saber si estuvieron expuestos al nuevo coronavirus. Algunos pretenden ser candidatos a donar plasma para los pacientes graves.
Centenares de neoyorquinos sin síntomas importantes de COVID-19 o afecciones preexistentes accedieron por primera vez este martes a pruebas con la esperanza de que el resultado muestre que ya han contraído y derrotado a la enfermedad.
Decenas de personas con máscaras, entre ellos muchos jóvenes de apariencia saludable, aguardaban su turno en locales de la cadena neoyorquina de servicios médicos CityMD, para saber si se habían contagiado del nuevo coronavirus.
Durante semanas, estos exámenes estaban reservados para pacientes muy enfermos o para quienes presentaran mayor riesgo de sufrir complicaciones de salud.
Pero ahora, CityMD, una cadena especializada en consultas sin turno previo, es una de las primeras organizaciones en poner a disposición del público general exámenes del virus y de anticuerpos desde este martes.
En Nueva York, que con unos 157.000 casos de COVID-19 y 17.000 muertes ligadas o probablemente vinculadas a la enfermedad figura entre las áreas más afectadas por la pandemia en el mundo, muchos se preguntan si ya han tenido el virus.
Ariel Krupnik, peluquero de 32 años, ahora desempleado, fue uno de los que estuvo dispuesto a esperar dos horas para que le realizaran un examen de sangre, por 300 dólares, que le dirá en un plazo de entre tres y cinco días si ha desarrollado o no anticuerpos contra el nuevo coronavirus.
Krupnik dice que nunca tuvo síntomas, pero cree que averiguar si ya tuvo el virus sería como un "lindo y pequeño regalo de primavera". Además, cree que su seguro médico cubrirá el costo del test.
Incluso a sabiendas de que los resultados de estas pruebas tienen un margen de error, y que todavía no se ha demostrado que los anticuerpos otorguen inmunidad completa contra el virus, para Krupnik el resultado es importante.
Si llegara a dar positivo por anticuerpos, significaría para él sentirse menos obligado al confinamiento, que hasta ahora ha representado en su caso salidas semanales solo para ir al supermercado.
Además, podría permitirle donar sangre para las terapias en base plasma que muchos hospitales están probando en pacientes con coronavirus.
“Puedo ir y ayudar a otras personas que lo tienen”, dijo Krupnik.
"Curiosidad”
Pauline Guardenti, de 26 años, una francesa que reside en la Gran Manzana hace ocho años, expresó una motivación similar para realizarse el test.
“Vi que podíamos donar sangre, es por eso que lo estoy haciendo”, dijo. “De verdad, no me importa realmente si lo tuve o no (al coronavirus). No hay estudios suficientes para saber si somos inmunes o no”, añadió.
Por otra parte, Ariela Rubin, de 37 años, que trabaja habitualmente en un restaurante vegetariano ahora cerrado por la pandemia, dijo haber tenido síntomas en febrero, cuando en Nueva York nadie prestaba demasiada atención al brote de COVID-19 en China.
Rubin dijo que le da "curiosidad" saber si tuvo el virus, pero sintió nervios al encontrarse con una sala de espera colmada, por miedo a contagiarse en caso de que sea vulnerable a la enfermedad, y pospuso su visita para el día siguiente.
Con este tipo de exámenes ahora disponibles para prácticamente toda la población, las autoridades de Nueva York esperan rastrear mejor el avance de la enfermedad, algo indispensable en el diseño de un plan de reactivación de la economía, que se encuentra suspendida hasta el 15 de mayo.
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Una serie de recientes exámenes de anticuerpos en un muestreo realizado sobre un grupo de 7.000 personas, entregó como resultado que prácticamente uno de cada cuatro neoyorquinos pudo haber estado expuesto al virus, según el gobernador del estado, Andrew Cuomo.
Esa cifra podría significar que más de 2 millones de los 8,6 millones de residentes de la ciudad de Nueva York ya se infectaron con el nuevo coronavirus, una cifra que es más de 12 veces mayor que la de los casos registrados.