Confesiones. El productor teatral estrena la primera obra del año ‘Una chica en mi clóset’ y comenta sobre el centro comercial que se levantará en el emblemático Marsano.,Janet López Gonzales Para el último año del teatro Marsano, Osvaldo Cattone decidió arrancar la temporada de verano con la comedia ‘Una chica en mi clóset’, protagonizada por Francisco Bazán y Karina Jordán, en la cual también participan Marisol Aguirre, Hernán Romero, Lilian Nieto y Wálter Taiman. A finales de año, la emblemática sala teatral será demolida para construir ahí, junto con el área de las casas adyacentes, un centro comercial que también contará con un teatro. Cattone, quien tiene a su cargo la administración del teatro desde 1976, nos habla de esta transformación a la modernidad. ¿Qué sentimientos le produce saber que el teatro Marsano será demolido para luego construir ahí otra sala con la modernidad de estos tiempos? Pienso que todo evoluciona. Mucha gente tal vez no sabe que el teatro Marsano que tenemos actualmente fue un cine. Creo que es normal que se evolucione y creo que ese cambio es un premio para mí. Me da mucha ilusión los cambios, mi único temor es que yo ya tengo 80 años. Estoy bien de salud, estoy lúcido, pero la edad avanza y nadie sabe lo que puede pasar. ¿Esperaba este cambio? Creo que se veía venir. Yo estoy ilusionado pero no puedo dejar de sentirme apenado. Me va a doler cuando empiece a sacar las cosas, algunas seguramente no se usarán en la nueva sala, no sé cómo será deshacerme de ellas. Voy a sentir un vacío muy grande. ¿Cuál será su rol en este proceso de transformación? Estaré a cargo de la construcción del nuevo teatro en lo que se refiere a la acústica, la diagramación y ese tipo de cosas. El proyecto recién entrará en marcha cuando los permisos de den, pero para finales de año o principios del 2015 se dará inicio a la obra. ¿El nuevo Marsano tendrá similitud con algún teatro? Bueno, no se hará la réplica del Municipal, pero vamos a crear una sala moderna donde el escenario nos permita presentar grandes obras y el público se sienta cómodo. Según los arquitectos, tendrá una capacidad para 600 personas, 200 menos de lo que tenemos actualmente, pero me parece un buen número. ¿Ha pensado qué actividades realizará este año mientras dure la construcción? Sí, me gustaría volver a la televisión. Después de tantos años quisiera hacer alguna telenovela, serie o qué se yo. Acabamos de cerrar un año en el que al teatro nacional le fue bien, ¿qué expectativas tiene para este 2014? ¿El año pasado le fue bien al teatro nacional? Yo no lo considero así. Siento que el público se ha alejado de las salas de teatro. En el 2013 hubo éxitos sí, ‘Toc Toc’ y las obras que presenté con Gianella Neyra y Diego Bertie, pero fueron hechos aislados. Otras salas de teatro no se habrían llenado si no hubieran tenido auspicios. Hay que tener en cuenta que algunas salas son de 200 o 100 personas, y otras nuevas son maravillosas pero todavía no han calentado, no sé por qué. Creo que hemos tenido épocas más brillantes. En general, hay variedad, hay movimiento, pero no podemos hablar de éxitos. ¿De qué depende que Lima crezca como una ciudad teatral? Eso depende de la cultura de la gente. Cuando paso por mi cocina, la señora encargada está viendo ‘Esto es guerra’ o ‘Combate’. No he visto un presidente en teatro, salvo para alguna inauguración. La cultura es un tema en el que tiene que trabajar el gobierno. Pero no se fabrica de un día para otro, hay que trabajar mucho en eso, pero yo creo que la gente de mi generación ya no va a ver el cambio. Qué se viene en el Marsano después de ‘Una chica en mi clóset’? Estaremos con esta obra que es fresca y divertida para el verano. La protagoniza Paco Bazán, que me parece que tiene más pasta que muchos otros muñecos que salen en televisión. La obra va hasta abril y después entramos Regina Alcóver y yo con la obra ‘Dos que se quieren’. Luego, entra Denis Dibós, quien presentará una obra y después ya veremos.