Después de dos semanas de empezar a encuestar a los usuarios estadounidenses sobre los síntomas de COVID-19, Facebook ha publicado este lunes los primeros resultados de la investigación, los cuales han sido calificados como “prometedores para los pronósticos de enfermedades”, por lo que la encuesta se extenderá internacionalmente en los próximos días.
“Nos estamos asociando con profesores de la Universidad de Maryland para expandir esta encuesta a nivel mundial, y el equipo de Carnegie Mellon está construyendo una interfaz de programación de aplicaciones, o API, que permitirá a los investigadores de todo el mundo acceder a los resultados”, anunció Mark Zuckerberg, CEO de Facebook.
PUEDES VER: Facebook publicará gratis anuncios de la OMS para contrarrestar la desinformación sobre el coronavirus
El cuestionario fue desarrollado por el Centro de Investigación Delphi de la Universidad Carnegie Mellon y pregunta si se tienen síntomas como fiebre, tos, falta de aliento o pérdida del olfato, permitiendo a los investigadores de salud recoger una serie de datos estadísticos para monitorear y pronosticar mejor la propagación de la enfermedad.
El equipo de la Universidad Carnegie Mellon está recibiendo alrededor de un millón de respuestas por semana de los usuarios de Facebook. “Esta encuesta puede ayudar a pronosticar cuántos casos verán los hospitales en los próximos días y proporcionar un indicador temprano de dónde está creciendo el brote y dónde se aplana la curva con éxito”, señaló Zuckerberg.
Los hallazgos iniciales “se correlacionan con datos disponibles públicamente sobre casos confirmados, lo que sugiere que estos datos pueden ayudar a predecir dónde se propagará la enfermedad”, afirmó Zuckerberg. Utilizando esta información, Facebook ha lanzado un nuevo mapa interactivo que muestra cuántas personas están reportando síntomas de COVID-19 y se actualizará a diario durante el brote.
PUEDES VER: Facebook invertirá 100 millones de dólares para apoyar el periodismo durante la crisis del COVID-19
Se espera que los mapas ayuden a los gobiernos locales y a los funcionarios de salud pública a comprender mejor cómo se está expandiendo la enfermedad y así saber dónde asignar los recursos necesarios, como ventiladores y equipo de protección personal. Además, eventualmente, les permitirá decidir cuándo podría ser seguro comenzar a reabrir diferentes partes de la sociedad.