Marinalva Santos, Nutricionista brasileña. Creó el sistema Nutrazone, de la cadena Gold's GymDe tú a tú, Maritza Espinoza Vienes de un país cuyo plato nacional es puro carbohidrato: frejol y arroz. No necesariamente. Porque cuando mezclas frejol con arroz estás complementando la alimentación, y luego le agregas un huevo y una ensalada. Es la alimentación completa de un brasileño, pero la gastronomía de Perú es incomparable en el mundo entero. ¿Y es difícil manejar dietéticamente la gastronomía peruana? No, la alimentación peruana es muy fácil. Una carapulcra, por ejemplo, es una alimentación perfecta y completa. Tiene la presa, que es la proteína; papa seca bien preparada, que es el carbohidrato. Además, combinas eso con una ensalada y, como postre, una fruta ¡y ya está! ¿Qué opinas de quienes, como el escritor Iván Thays, afirman que la comida peruana es "un petardo de carbohidratos"? Hay que decir a Thays que los carbohidratos en el Perú son tubérculos, raíces, cereales en gran variedad, y que el nutricionista en el Perú más bien tiene una gran puerta abierta para recomendar diferentes regímenes alimenticios. El problema está en las cantidades, porque el plato más simple que puedas imaginar es demasiado rico e ingenioso como para servirse poco. Y el peruano come un montón, ¿no? Sí, es muy difícil no comer en gran cantidad en el Perú. El problema está en el momento de servirse. Pero esto no lo decide la gastronomía número uno en el mundo, sino la persona y sus costumbres, hábitos de alimentación y gustos. Tenemos que enseñarle las cantidades correctas y la hora adecuada de comer, sin salir de sus gustitos. Es que antes el limeño desayunaba, almorzaba, tomaba lonche y cenaba, a veces lo mismo que en el almuerzo... Pero ahora la historia ha cambiado, porque todo el mundo sale a trabajar y ya no come tanto. Lo que está faltando es la comprensión de qué cantidades se debe comer y a qué hora. Y el ceviche como plato de bandera sí es bien dietético, ¿no? El ceviche puede ser bien dietético si es que comes la cantidad de pescado correcto, pero cuando vas a comer ceviche y viene un plato enorme, lleno, ¡es como si te comieras una corvina entera! O sea, tu propuesta es que puedes adelgazar comiendo lo que te gusta... La nueva tendencia es que tienes que seleccionar y no perder culturalmente los principios de un ají de gallina maravilloso, de un arroz con pollo, un ceviche, una carapulcra, ¡una causa! ¿Una persona que esté subida de peso no puede estar feliz y amar su cuerpo? Generalmente no, porque el control del hambre y de la saciedad está ejerciendo una fuerza mayor que el de su propia persona. ¿Y cómo ves, por ejemplo, a Marina Mora, una chica bellísima y gordita? Marina Mora llegó a tener un cuerpo de 65 kilos, a costa de esfuerzo y disciplina, pero después que se casó y dejó de lado lo que tenía que preservar. Además, hay una historia familiar: todos los de su familia tienen tendencia a la obesidad. ¿Y en esos casos no es mejor conformarse con lo que uno es? No, Marina puede luchar y lograr un peso ideal. Falta voluntad, porque ella es linda de todo, ¡ah!, de corazón, personalidad, linda persona y linda mujer. Pero puede estar feliz como está, ¿o no? Probablemente no, porque ella es vanidosa y siempre lo fue, por la belleza que tiene. En algún momento ella debe sentir que puede cambiar. ¿Y tú estás feliz con el peso que tienes? Verdaderamente no, pero puedo tener las disculpas bioquímicas y fisiológicas de la menopausia, ¿no? El otro día me dijeron ¿te gustaría estar flaca? y dije que no, porque para mí lo peor es mirar a una señora de espaldas y decir ¡qué regia!, pero que después voltea y es una persona de tercera edad. Es importante que los porcentajes de masa en grasa estén dentro de los valores normales, entre 20 y 25 por ciento. Entonces, una cintura de setenta centímetros está perfecta, ¿no? ¿La cinturita de avispa, tan deseada, es una utopía? Esa cintura sólo la deben tener las chicas que son candidatas a miss. Las demás, entre 65 y 70 centímetros. ¿Y qué comida es tu perdición? Ahora ya me he naturalizado peruana, y como comida peruana, pero te digo que todavía los frejoles me matan, y acá hay un montón de formas de comer frejol. Si tengo mi arroz con frejoles estoy feliz, pero, eso sí, tengo mi ensalada de verduras crudas, mi postre es fruta y como solo tres veces por día … Y cuando fallas en las porciones ¿te sientes culpable? No me siento culpable porque ¡me siento regia! Hago ejercicio dos horas diarias. Claro, una media hora es de charla, porque me gusta conversar, y la otra hora y media hago ejercicio de verdad.