Terrible confesión. Detenido asegura que por cada litro les pagaban 15 mil dólares. Identifican a jefe de banda que plagiaba y descuartizaba a víctimas en Huánuco y Pasco. Es Hilario Cudeña Simón (a) Jacinto. Está prófugo. Óscar Chumpitaz C. Para la policía es tal vez el caso más abominable de la historia criminal. Según el relato de uno de los “pishtacos” recientemente capturados, decenas de niños y adultos fueron asesinados en Huánuco y Pasco siguiendo un ritual inmutable: los secuestraban, degollaban y luego descuartizaban para extraerles la grasa corporal que vendían al mejor postor. Serapio Marcos Veramendi Príncipe (a) Marco confesó que la banda tenía un stock de 17 litros de grasa humana. Cada uno era comercializado en US$ 15 mil a fabricantes de productos de belleza. Muestra en Lima “Habíamos traído una muestra a Lima, cuando la policía nos atrapó”, contó el detenido. Veramendi Príncipe fue capturado con Elmer Castillejos Agüero (a) Segundo y Enedina Estela Claudio (a) María. La detención de estos sujetos permitió a la Dirincri identificar al cabecilla de ‘Los Pishtacos del Huallaga’. Se trata de Hilario Cudeña Simón (a) Oscar o Jacinto. Con él, se encuentran prófugos Carlos Veramendi Ramírez (a) Kalín, Filomena Saturnina y Santamaría Ponce (a) Filo. Otro integrante de la banda, Kidt Vásquez Alvarado, está en el penal de Huánuco por secuestro. Serapio, Elmer y Enedita llevaron a los investigadores hasta la comunidad de Taso Grande, en el Valle del Monzón, donde operan remanentes de Sendero Luminoso. Allí hallaron el cadáver de Abel Matos Aranda. Fue reconocido por su ropa y un reloj. Mutilaciones “Utilizamos una güincha para cercenarle la cabeza”, dijo. Con sangre fría contó cómo extraían la grasa a los cadáveres. “Colgábamos con ganchos los cuerpos descuartizados, luego encendíamos 6 u 8 velas debajo y esperábamos 2 o 3 días que gotee la grasa en un recipiente”, reveló Serapio Veramendi. El jefe de la Dirincri, Eusebio Félix, dijo que la banda usaba casas abandonadas en la selva para realizar este ritual satánico. El dato Distinto. El cirujano plástico Jean Pierre Michaud explicó que estos crímenes distan de la liposucción que es la intervención quirúrgica para la extracción de la grasa a través de una cánula por medio de pequeñas incisiones en la piel.