
Mary Andreina (39) abandonó Venezuela en el 2019. Aquel 8 de septiembre preparó el viaje con la ilusión y la euforia de las veinteañeras. Atraída por la economía, encontró en Perú, en menos de un año, un empleo con contrato laboral y vivienda temporal.
Había llegado con las maletas cargadas de ilusiones. Lima le abrió los brazos gracias, en parte a que la joven era dulce y servicial.
Todo arrancó a la medida de sus sueños. Atrás quedaba el Valle de la Pascua, la capital del municipio Leonardo Infante, en el estado de Guárico, donde nació hace 39 años y creció al lado de su familia. Había llegado, por fin, a su “país de las oportunidades”.
Le iba bien en San Bartolo, el balneario al sur de Lima, donde hace cinco años empezó trabajando en un restaurante, en el área de cocina, lavando platos, hasta que logró ascender poco a poco, ganándose la confianza de los dueños. Era una persona esforzada y dedicada a su familia.
El dinero que ganaba le alcanzaba para enviar a su madre y a sus cinco hijos en Venezuela. Pero el 14 de mayo su estancia en Perú encontró el peor de los finales. Murió asesinada por dos técnicos de telecomunicaciones que la arrollaron con un vehículo tras haberla secuestrado y ultrajado.
Las imágenes aún causan dolor: la muestran impotente, aferrada a una miniván, tratando de buscar justicia. Solo que Mary Andreína, estaba decidida a inmolarse para defender o preservar su propia dignidad.
Sus amigos y familiares en su querida Venezuela exigen justicia y piden recordarla por sus valores y su belleza, no por el video macabro que la hizo viral, aunque fue fundamental para identificar a los causantes de su desgracia que llegaron a su casa en San Bartolo para realizar una instalación técnica.
Fueron las últimas imágenes con vida de Andreína, la venezolana, madre de cinco niños, que llegó a nuestro país buscando un mejor futuro mejor para su familia hasta que la fatalidad apareció como un torbellino mortal.
El video muestra a Mary Andreína al promediar las 11.00 de la noche, desesperada, descalza, entre sollozos e increpando con la voz entrecortada a los dos técnicos de la empresa PC Telecom que habían llegado a su casa para instalar un servicio de Internet.
CON ORDEN DE CAPTURA
“Los voy a denunciar”, les advirtió, trepada en parachoques del vehículo, sujeta solo del limpia parabrisas. Segundos después, el carro retrocede y luego avanza a toda marcha, causando el atropello, dejando a Andreína sin vida.
Uno de los criminales ha sido identificado por la policía como Rubén Darío Cueva Velásquez, de 31 años, natural de Arequipa. Él fue captado por las cámaras ingresando al cuarto de Andreína, con lentes y un chaleco reflectivo. Luego salió a las 10:47 de la noche con las botas en sus manos, aprisa, mientras su compañero lo aguardaba en el vehículo.
Las autoridades identificaron también al dueño la miniván como Manuel Junior Zela Huarcaya. Inicialmente se pensó que el sería el cómplice, pero luego se confirmó que ya no es propietario del carro. Demostró que dos días antes de los hechos, había vendido la unidad a Jean Carlos Montero Huaylinos –el otro técnico de Internet- por la suma de S/ 5.300.
Así lo hizo saber a las autoridades, con la transferencia notarial del vehículo.
La empresa de telecomunicaciones Claro explicó que la contratista, PC Telecom, con quién suscribieron un contrato de instalación, desinstalación y mantenimiento en junio de 2024, identificó a los técnicos que realizaron la instalación en el domicilio de Andrìna. Esta información fue determinante para que la Fiscalía solicitara las órdenes de captura.
Makel Buenapico, amigo de la víctima, relató que ella solo buscó su comodidad, mudándose al tercer piso, y así fue que solicitó el traslado del servicio.
Andreína es la víctima nº 61 de feminicidio.
Para la Asociación Familias Unidas por Justicia, Andreína sería la 61 víctima de feminicidio. “No fue accidente, la asesinaron”, dijeron.
“Este caso no quedará impune”, aseguró la fiscal adjunta Yakeline Chávez Terrones, mientras el fiscal provincial Humberto Durán Ponce de León firmó la petición de la detención preliminar por siete días que se contabiliza a partir de la ubicación y detención de los denunciados.
Entre tanto, el Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Lurín dictó la detención preliminar judicial y la incautación de bienes contra Jean Carlos Montero Huaylinos y Rubén Darío Cueva Velásquez, quienes son investigados por el presunto delito contra la vida, el cuerpo y la salud (homicidio simple).

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