En los últimos días, Lima y diferentes regiones del país han soportado lluvias intensas que han sorprendido a la gran mayoría de la ciudadanía. Ante ello, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) anunció que estas precipitaciones continuarán hasta el mes de mayo.
“Tenemos periodos de friaje, periodos lluviosos, como los que inician desde diciembre y terminan en mayo. Siendo su máximo pico de lluvias entre febrero y abril. Entonces ya estamos iniciando este periodo y bueno son cosas recurrentes que se dan cada año. No es un fenómeno del Niño, ya salimos de él. Este terminará en mayo”, precisó el Ingeniero. Fernández Rivas, especialista en Hidrología del Senamhi.
Fernández también indicó que las lluvias que vendrán en los próximos días tendrán una intensidad de moderada a fuerte. Por ello, los caudales de los ríos podrían aumentar.
“Vamos a tener un incremento en los caudales hasta el día miércoles 8 de enero y de ahí irán descendiendo. La probabilidad de desbordes de rios siempre va a estar presente, en especial la del río Rímac que tendría que aumentar su caudal en los próximos días. Hay que continuar monitoreando”, señaló.
Por otro lado, la ingeniera Noelia Goycochea detalló que son un total de 15 regiones: Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Huanuco, Ica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Lima, Pasco. Piura y Puno las que se verán afectadas por la presencia de las precipitaciones. En algunas localidades, habrá descargas eléctricas e incremento de los vientos.
Las intensas lluvias que afectan el nororiente peruano continúan causando estragos en la infraestructura vial, generando derrumbes significativos. Como es el caso de la carretera Fernando Belaúnde Terry. Este fenómeno ha interrumpido la comunicación entre las regiones de la costa y la selva, afectando a cientos de pasajeros y al transporte de bienes.
Los desprendimientos de lodo y piedras interrumpen el tránsito vehicular en regiones del país. Foto: La República
Otra de las regiones afectadas es Cajamarca, los desprendimientos que se reportaron fueron en el tramo comprendido entre los kilómetros 125 y 128, cerca de Pucará. Este evento ha provocado que buses y camiones, que cubren la ruta entre Chiclayo y Jaén, queden varados. Mientras tanto, algunos motociclistas y conductores de vehículos menores han decidido arriesgarse al cruzar las zonas de barro, a pesar del peligro.
Las autoridades locales trabajan para restablecer la transitabilidad en la vía, pero las persistentes lluvias complican las labores. Este tipo de emergencias resalta la necesidad de implementar medidas preventivas y de reforzar la infraestructura en zonas vulnerables a deslizamientos.