Condenado por la violación de su hijastra de 12 años, quien quedó embarazada, Fabin Bocanegra (74) ha soportado el peso de una condena injusta durante dos décadas. A pesar de las pruebas de ADN que demuestran su inocencia, la justicia no ha escuchado su clamor. Su historia es un reflejo de la lucha por la verdad en un sistema que a menudo falla.
La vida de Fabin ha estado marcada por la privación de su libertad y la separación de su familia. Su hijo, que lleva su nombre, nunca ha tenido la oportunidad de conocerlo fuera de las rejas. La esperanza de volver a su hogar para reunirse en familia es uno de los anhelos que mantiene Fabian para seguir luchando por su libertad.
Fabin Bocanegra fue condenado a 30 años de prisión tras ser acusado de violación por su hijastra. Sin embargo, años después, la joven confesó que el verdadero agresor era su cuñado, el esposo de su hermana mayor. A pesar de esta revelación, la justicia no ha tomado medidas para corregir el error que ha arruinado la vida de Fabin.
Luego de 20 años en prisión, la prueba de ADN determinó la inocencia de Fabin Bocanegra, pero las autoridades aún no han corregido su error. Foto: América Noticias
La situación se complicó cuando la hermana mayor, Doralisa Fernández, acusó a Fabin para proteger al verdadero violador. Tras la detención de Fabin, la menor no pudo soportar más la presión y finalmente identificó a su cuñado como el autor del abuso. Sin embargo, su declaración fue ignorada por las autoridades, quienes no investigaron a fondo el caso. Esta falta de acción por parte de las autoridades ocasionaron que Fabin lleve 20 años en prisión de manera injusta, lo cual terminó separando a su familia.
Después de 20 años cumpliendo condena de manera injusta, se realizó un examen de ADN al hijo de la víctima, confirmando que Fabin no es el padre. Esta prueba, junto con la confesión de la joven, debería haber sido suficiente para liberar a Fabin, pero la justicia aún no ha actuado. La madre de la menor, expareja de Fabin, también ha perdido el contacto con su hija mayor y los verdaderos culpables han evadido la justicia.
Fabin, a pesar de su situación, no busca reparaciones económicas. Su único deseo es salir libre y reunirse con sus hijos. En prisión, ha encontrado consuelo en su fe y se ha dedicado a hacer canastas de mimbre para ayudar a su familia. Su hijo anhela celebrar un cumpleaños junto a él, un deseo que simboliza la esperanza de un futuro juntos.
La historia de Fabin Bocanegra es un recordatorio de las fallas en el sistema judicial y la importancia de escuchar las voces de quienes han sido injustamente condenados. A medida que su caso se hace más conocido, la presión sobre las autoridades para que revisen su condena aumenta. La verdad debe prevalecer, y la justicia debe ser restaurada.
Con cada día que pasa, Fabin mantiene la esperanza de que su inocencia sea reconocida y que pueda regresar a la vida que le fue arrebatada. Su historia es un llamado a la reflexión sobre la importancia de un sistema judicial justo y equitativo, donde la verdad y la justicia prevalezcan sobre las mentiras y las injusticias.