El Instituto Geofísico del Perú (IGP) ha lanzado una advertencia sobre la posibilidad de un fuerte terremoto de magnitud 8.8 en territorio peruano. Según la entidad, este evento sísmico podría ocurrir debido a la liberación de la energía que se ha ido acumulando durante décadas en las zonas de mayor actividad sísmica del país.
La probabilidad de un terremoto de esta magnitud ha sido tema de estudio y el IGP ha identificado tres zonas principales de riesgo, por lo que recomendó mantenerse en alerta ante un evento de esta magnitud.
Según indica Hernando Tavera, presidente del IGP, el terremoto se registraría en el:
Además, no se descarta que el norte de Chile también podría verse afectado, ya que estas áreas están situadas sobre la línea de colisión entre las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana, dos de las placas con mayor interacción sísmica en el mundo.
Tavera señaló que la ocurrencia de un terremoto de tal magnitud sería el resultado de la energía acumulada a lo largo del tiempo, producto de la constante fricción entre las placas tectónicas en esta región. La interacción entre estas placas no solo aumenta la probabilidad de eventos sísmicos, sino que también genera el potencial de que los mismos sean de gran intensidad, debido a la presión acumulada y liberada en cada movimiento.
Las áreas más impactadas por un gran terremoto serían las zonas periféricas de Lima Metropolitana. Foto: difusión
Tavera añadió que un sismo de estas características podría llegar a tener una duración de hasta cinco minutos, un tiempo considerablemente extenso en términos sísmicos y que representaría un riesgo elevado para las infraestructuras y la población de las áreas afectadas.
La duración prolongada de un terremoto incrementa la intensidad del movimiento, pues aumenta el potencial de daños estructurales en edificaciones y genera situaciones de riesgo para los habitantes de las zonas urbanas y rurales.
Tavera detalló que un estudio reciente de suelos realizado en la región de Lima muestra que, ante un sismo de magnitud 8.8, el suelo de la ciudad alcanzaría valores de aceleración sísmica de hasta 800 cm/s². Este valor de aceleración es un indicador del nivel de sacudida que experimentaría la ciudad y podría desencadenar graves consecuencias para las construcciones no preparadas o con estructuras deficientes.
Frente a estas advertencias, el IGP recomienda a las autoridades y a la población en general reforzar las medidas de preparación sísmica y evaluar las estructuras de sus edificaciones. En un país con alta actividad sísmica, es esencial contar con planes de evacuación, zonas de seguridad y el fortalecimiento de infraestructuras para reducir el impacto de un evento sísmico de gran magnitud.
El último terremoto se registró en Cañete en el año 2022 con 5,4 grados de intensidad que azotó el departamento de Lima. Este movimiento que ocasionó daños y víctimas se registró el jueves 12 de mayo de 2022.