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Sociedad

¿Por qué el río Rímac, que abastece de agua a Lima, luce negro y con mal olor desde hace varios días?: descubre la causa del preocupante cambio

El río Rímac abastece el 80% del agua potable de Lima, pero su reciente cambio de color y olor expone los riesgos para el suministro hídrico de la ciudad y la falta de políticas efectivas para su conservación.

larepublica.pe
La ciudadanía reportó en las redes sociales que las aguas del río Rímac están contaminadas por metales pesados. Foto: composición LR

El río Rímac, fuente primordial de agua potable para la capital peruana, ha registrado un alarmante cambio en su color y olor en los últimos días, lo que ha generado preocupación entre los limeños. Este río, habitualmente de un tono marrón debido a los sedimentos que arrastra, ahora presenta un aspecto negro y un olor fétido, lo que sugiere un serio episodio de contaminación. La transformación en su aspecto y la posibilidad de afectaciones en el abastecimiento de agua han sido motivo de una amplia cobertura mediática y demanda de acciones rápidas por parte de las autoridades.

El evento ocurrió el 26 de octubre, cuando un flujo de agua contaminada alteró el curso del río, lo que obligó a la empresa de agua y saneamiento, Sedapal, a cerrar temporalmente sus plantas de tratamiento para evitar una crisis mayor en el sistema de distribución de agua de la ciudad. Aunque la acción preventiva evitó consecuencias catastróficas, los efectos aún son visibles en la cuenca baja del Rímac, donde el agua contaminada permanece estancada, lo cual genera temor entre los vecinos de la zona.

¿Qué está ocurriendo con el río Rímac?

El deterioro de la calidad del agua del río Rímac no es una novedad para los limeños, pero el episodio reciente representa una escalada en la gravedad de los problemas ambientales que lo afectan. La ciudadanía ha reportado la inusual coloración y el fuerte olor del río, lo que sugiere la presencia de sustancias contaminantes. A lo largo de la semana, ciudadanos y medios de comunicación locales han evidenciado esta situación, que parece ser resultado de un vertido repentino de aguas altamente contaminadas.

Las investigaciones preliminares señalan como posible origen de esta contaminación un fallo en la planta hidroeléctrica de Huampaní. Según se informa, se liberaron aproximadamente 140,000 metros cúbicos de agua contaminada, que recorrieron el cauce durante más de dos horas. En respuesta, Sedapal activó las reservas de emergencia para mantener el suministro de agua potable en Lima mientras se evaluaba el alcance del daño.

En este contexto, Yolanda Cárdenas, Gerenta de Producción y Distribución Primaria de Sedapal, detalló la gravedad del incidente: "Se encontraron grandes cantidades de nitrógeno, arsénico, fierro, plomo y aluminio". Además, explicó que "se optó por no captar esa agua (…) porque no es apta para tratar y potabilizar, ya que de lo contrario, habría una recontaminación interna en los procesos procesos y eso no lo podemos permitir porque el agua no saldría de buena calidad", comprometiendo la calidad del agua distribuida en la ciudad.

Principales causas de la contaminación del río Rímac

El río Rímac ha sufrido durante años por diversas fuentes de contaminación, principalmente la acumulación de desechos sólidos, vertidos industriales y aguas residuales sin tratamiento. A estas causas se suma la presencia de metales pesados como plomo, cobre y arsénico, que se han detectado en niveles alarmantes en estudios recientes. La cuenca alta del río, donde se desarrollan actividades mineras e industriales, ha sido históricamente un foco de descargas contaminantes. La falta de una gestión ambiental adecuada y la inexistencia de sanciones contundentes contra los responsables de estos vertidos han permitido que el río Rímac sufra un deterioro progresivo.

El río Rímac presenta una preocupante contaminación por residuos tóxico.

Comunicado de Huampaní: niegan ser la fuente de la contaminación

Tras las acusaciones por la reciente contaminación en el río Rímac, la empresa responsable de la central hidroeléctrica de Huampani emitió un comunicado el 30 de octubre en el que niega rotundamente ser la fuente de los metales pesados detectados por Sedapal en el afluente. La empresa aseguró que no se realizó ninguna actividad de mantenimiento el 26 de octubre, fecha en la que se produjo la contaminación, y enfatizó que su proceso de generación hidráulica no genera residuos tóxicos ni descargas de metales pesados.

El comunicado también aclara que es posible que los metales y sedimentos detectados provengan de trabajos de construcción aguas abajo de la bocatoma de Huampaní, realizados por otras autoridades. La empresa lamentó no haber sido consultada previamente sobre estas afirmaciones y reiteró su compromiso de operar con altos estándares de cuidado ambiental, seguridad y sostenibilidad.

También la empresa rechaza de manera contundente las afirmaciones de que sus operaciones tengan un impacto negativo en el medio ambiente, calificando las acusaciones de infundadas y tendenciosas. La empresa enfatizó que sus procesos de generación cumplen con altos estándares de sostenibilidad y que no realizan descargas que pudieran comprometer la calidad del agua en el río Rímac.

Además, la empresa señala que durante el incidente reportado, no estaban en curso trabajos de mantenimiento en sus instalaciones, lo cual, según la empresa, fue confirmado por Sedapal. Sin embargo, sí se detectó la presencia de obras en un puente cercano, lo que podría haber removido sedimentos y metales pesados, provocando su arrastre río abajo. La compañía lamentó no haber sido incluida en el proceso de consulta sobre el origen de la contaminación, reafirmando su disposición a colaborar con las autoridades para esclarecer los hechos.

Prácticas mineras: Alerta por su impacto en la calidad del agua del río Rímac

El sector minero ha sido señalado reiteradamente como uno de los principales responsables de la contaminación en la cuenca del río Rímac. En la zona alta del río, varias operaciones mineras vierten residuos que contienen metales pesados directamente al afluente, lo que deteriora la calidad del agua de forma significativa. A mediados de este año, un informe ambiental reveló que las concentraciones de plomo, cobre y arsénico en el río superan los estándares permitidos, lo cual representa un riesgo tanto para los sistemas de riego como para el consumo humano.

La preocupación aumenta debido a que muchas comunidades campesinas en las cuencas altas dependen del agua del Rímac para sus cultivos y ganado. La contaminación no solo amenaza la salud de estas poblaciones, sino también la estabilidad socioambiental de la región, ya que podría intensificar los conflictos por el uso y la calidad del agua.

Impacto de la contaminación del río Rímac en Lima

El reciente evento de contaminación del río Rímac pone de relieve la vulnerabilidad del sistema hídrico de Lima. La capital depende en un 80% de este río para el abastecimiento de agua potable, por lo que cualquier incidente que afecte su calidad tiene repercusiones directas en la vida de los limeños. El cierre temporal de las plantas de tratamiento de Huachipa y La Atarjea evitó una crisis mayor, pero también reveló la fragilidad del suministro de agua en la ciudad.

En respuesta, la Municipalidad de Lima ha reactivado su proyecto de descontaminación del Rímac, cuyo objetivo es convertirlo en un corredor ecológico para 2030. El plan incluye medidas como la introducción de plantas fitosanitarias para purificar el agua, la creación de ciclovías y áreas verdes a lo largo del río, y la mejora de la infraestructura existente. Sin embargo, el desafío es grande, ya que la magnitud del problema requiere de esfuerzos coordinados y sostenidos en el tiempo para lograr una recuperación efectiva del río y garantizar un suministro seguro de agua para la ciudad.