Una mujer peruana escribió su nombre en la historia del alpinismo mundial al convertirse en la primera de su país en llegar a la cima del Monte Everest, la montaña más alta del mundo, situada a 8,848 metros sobre el nivel del mar. A lo largo de su trayectoria, también escaló otras seis cumbres de relevancia internacional, consolidando su lugar como una de las montañistas más destacadas del país y de la región andina.
Su historia, además de ser una proeza física, también es un testimonio de superación personal y una inspiración para nuevas generaciones de alpinistas en Perú.
La primera peruana en alcanzar la cima del Monte Everest fue Silvia Vásquez Lavado, quien superó importantes obstáculos. Su motivación para escalar surgió tras una sesión de ayahuasca en su Perú natal, donde conectó con su niñez, marcada por el abuso sexual
A través de la organización que fundó, Courageous Girls, inspiró a otras víctimas de abuso a sanar mediante la montaña. Finalmente, en 2016, logró llegar a la cima del Everest, tras una década de preparación y dificultades personales.
uperar siete cumbres fue un logro más para la primera peruana que escaló el Everest. Foto: difusión
La montañista Vásquez encontró una conexión emocional en la sesión de ayahuasca, donde visualizó a su yo infantil, víctima de abuso sexual. Esta experiencia la impulsó a buscar la sanación a través de la montaña más alta del mundo. Consideraba que debía llevar consigo el dolor de su niñez para liberarse en la montaña más imponente del planeta, simbolizando el proceso de sanación personal que marcaría el inicio de su pasión por el montañismo.
Antes de alcanzar la cima del Everest en 2016, la montañista enfrentó numerosos desafíos, tanto físicos como emocionales. Tras su primera incursión en el Everest en 2005, tuvo que lidiar con la muerte de su madre por cáncer, el suicidio de su pareja y su propio alcoholismo. Además, enfrentó problemas de salud, como el descubrimiento de un tumor cerebral en 2017. Pese a estas adversidades, perseveró y continuó con su preparación hasta finalmente lograr su objetivo.
Su hazaña en el Everest fue el inicio de otras seis conquistas montañeras. Foto: difusión
Fundada en 2014, la organización Courageous Girls es una pieza fundamental en el legado de la montañista. A través de esta iniciativa, se enfoca en empoderar a niñas y jóvenes víctimas de abuso sexual, llevándolas a la montaña como parte de su proceso de sanación. Además, ofrece programas educativos en países como India y Perú. Este esfuerzo refleja su compromiso de transformar su experiencia personal en una causa social, impactando positivamente a futuras generaciones.
Alcanzar la cima del Everest fue solo el inicio para la montañista peruana. Foto: difusión