Desde las alturas de la montaña Pallay Punchu, a casi 5.000 metros sobre el nivel del mar en Cusco, un sueño audaz se ha hecho realidad. Después de haber conquistado pasarelas en varias ciudades europeas y formarse internacionalmente, un diseñador peruano originario de Chaclacayo llevó su creatividad a nuevos límites.
En un evento que desafía las convenciones, combinó tejidos y materiales netamente peruanos con la colaboración de ceramistas y artesanos locales para realizar un desfile de moda en uno de los paisajes más impresionantes y desafiantes del país. Este peruano es el gran Sergio Dávila, quien con esta hazaña ha captado la atención del mundo entero.
Todos los modelos en el desfile realizado en la Montaña Siete Colores. Foto: Aleshka Yamile/Instagram
Sergio Dávila es un diseñador peruano nacido en Chaclacayo, que en palabras de él significa "al pie de los carrizos". Su infancia y su entorno fueron la primera fuente de inspiración para su futura carrera en la moda, dado que, desde muy joven, mantuvo la influencia directa de su madre, quien trabajaba en una tienda de alta costura en Lima para una empresa francesa.
Él recuerda con cariño cómo solía explorar los baúles de su madre, extrayendo vestidos elegantes para luego dedicarse a dibujarlos. Estos primeros encuentros con la moda despertaron su pasión por el diseño y moldearon su futuro creativo.
Es reconocido en Estados Unidos y todo Europa. Foto: Vogue México
El peruano continuó su formación académica en la Academy of Art University, la institución de arte más grande de Estados Unidos, ubicada en San Francisco, California. Durante su último ciclo en la universidad, su talento ya brillaba con luz propia, lo que le permitió exhibir sus diseños en una de las tiendas más prestigiosas de California.
Fue en este escenario donde captó la atención de los almacenes Saks Fifth Avenue. En aquel entonces, el comprador de Saks era nada menos que Michael Kors, quien, impresionado por el trabajo de Sergio, lo invitó a Nueva York. Esta oportunidad sería decisiva, la cual le abrió las puertas a una nueva etapa en su carrera.
Estilo monocromático, sugerido por el estilista italiano Pablo. Foto: Javicho Rivero
Organizar un desfile de moda en la montaña Pallay Punchu, a cuatro horas de Cusco, fue un verdadero desafío logístico. Sergio Dávila y su equipo tuvieron que coordinar el traslado de todos los involucrados: chefs, modelos, maquilladores, peinadoras, y tanto prensa nacional como internacional. La propuesta estética del evento fue innovadora: cada modelo exhibió un color monocromático, una idea original del estilista italiano Pablo, quien sugirió que "cada chico y chica represente un color".
Este concepto se enriqueció aún más con las colaboraciones locales, destacando la del ceramista cusqueño Tater Vera, quien creó piezas exclusivas de cerámica vidriada, valoradas en aproximadamente $3.000 cada una. Este evento no solo fue un despliegue de moda, sino también una celebración de la rica herencia cultural y natural de Cusco.
Durante el desfile en la montaña Pallay Punchu. Foto: Favicho Rivero
Inspirado en la visión de una "escuela del futuro de inca", el diseñador peruano quiso fusionar la rica historia y diversidad cultural de Cusco con la belleza natural de sus paisajes. Además, su foco principal fue la mujer cusqueña:
"Me he inspirado mucho en la silueta de la mujer del Ande para este desfile. No nos hemos apropiado de las prendas de ellas, no. Hemos creado nuestras propias telas y nuestras propias prendas. Se diferencian de lo que ellas usan, pero las siluetas son de ellas", explica el diseñador peruano en una entrevista para Jordi Batallé, en 'El Invitado de RFI'.
Su inspiración fue la mujer de los Andes. Foto: Javicho Rivero
El diseñador peruano ha acumulado una impresionante lista de logros desde que su carrera despegó en 2009, año en el que fue reconocido como el mejor diseñador de ropa masculina en Estados Unidos. Este premio marcó el inicio de su expansión global, llevando sus innovadores diseños a diversos rincones del planeta con una dedicación incansable.
Su talento también le ha permitido participar en eventos de gran prestigio como el ‘Mercedes Benz Fashion Week’, donde compartió espacio con figuras icónicas del mundo de la moda como Calvin Klein y Ralph Lauren. Esta experiencia no solo enriqueció su visión creativa, sino que también consolidó su reputación en la industria internacional.