El suboficial de tercera PNP Carlos Darío Ñahui Rojas no sabe que un sicario lo está esperando. Son las 7.38 de este domingo cuando el efectivo se acerca a la sede del Frente Policial Vraem, en el distrito de Pichari, provincia de La Convención, Cusco. Camina por un pasaje, al costado del excentro de salud. No ve lo que está detrás de él, pero, como ha ocurrido una y otra vez con los actos de sicariato, las cámaras de seguridad lo captan todo.
De repente un hombre desciende de una moto en la cuadra 1 del jirón Camisea, se acerca a Ñahui por detrás y, sin que su víctima se dé cuenta, le dispara 5 tiros. Enseguida se da la vuelta para escapar corriendo y huye en la moto con su cómplice.
El asesinato dura unos seis segundos: todo estaba planeado.
A sus 21 años, Ñahui Rojas era un agente de inteligencia regional, especializado en narcotráfico y terrorismo. Precisamente, horas antes había participado en la captura de un traficante a quien se le encontró una pistola y droga en una mochila.
También, desde hace varias semanas, venía participando en distintas operaciones que permitieron confiscar cargamentos de cocaína y de insumos químicos que eran trasladados a distintos laboratorios.
Fuentes del FP-Vraem confirmaron que el suboficial se encontraba de servicio, realizando labores de inteligencia hasta las 5.50 de la madrugada, y se dirigía a su unidad a reportar su trabajo.
“Definitivamente se trataría de una venganza del narcoterrorismo al que se le viene golpeando en forma permanente”, dijo un oficial.
En el primer semestre del año la Dirandro ejecutó 8,797 operativos, detuvo a 5,941 personas y desarticuló 74 organizaciones criminales dedicadas al tráfico ilícito de drogas, según el comando de la PNP.
En lo concerniente a la materia prima para elaborar las drogas cocaínicas, mediante el proyecto especial Corah, se erradicaron durante el presente año 8,326.49 hectáreas de coca en más de 3,209 parcelas ubicadas en los ejes operativos Constitución y Tamaya localizados en las regiones Huánuco, Pasco y Ucayali.