El pasado lunes 5 de agosto, San Juan de Miraflores (SJM) fue testigo de un violento asalto a plena luz del día. Cuatro delincuentes armados interceptaron a una familia que acababa de estacionar su camioneta cerca del cruce de las avenidas Canevaro y Los Héroes.
Los asaltantes no solo se llevaron el vehículo, sino que también agredieron físicamente al padre de familia, Tito Urbano, quien quedó golpeado en el piso tras el ataque.
Foto: Panamericana. Familia en SJM fue víctima del robo de su camioneta.
La familia se dirigía a un restaurante cuando fueron sorprendidos por los delincuentes. Tito Urbano, el conductor, recibió varios golpes mientras los delincuentes disparaban al aire para amedrentarlo y obligarlo a entregar las llaves de la camioneta. Jocelyn Sánchez, esposa de Tito, actuó rápidamente y logró ponerse a salvo junto a sus hijas dentro del restaurante, donde buscaban acceder al servicio higiénico.
Las cámaras de seguridad capturaron todo el incidente, desde la llegada del vehículo de los delincuentes, hasta el momento en que Tito es reducido y su familia corre a refugiarse. Los asaltantes actuaron con total impunidad, evidenciando una alarmante falta de seguridad en la zona.
Desesperados y sin apoyo inmediato de la policía, la familia inició su propia búsqueda de evidencias. Testigos del asalto lograron anotar la placa del vehículo de los delincuentes, pero al rastrear la dirección de la propietaria registrada, no encontraron a nadie, sugiriendo que el auto utilizado en el asalto también podría haber sido robado.
La abogada de la familia, Maribel Mendoza, criticó duramente la respuesta de la policía. Según Mendoza, los efectivos de la Comisaría de San Juan de Miraflores no brindaron la asistencia adecuada, exigiendo formatos específicos como CD portátiles para revisar las grabaciones de seguridad, lo que retrasó aún más la investigación.
Foto: LATINA. Todo quedó registrado en las cámaras de seguridad.
La pérdida de la camioneta no solo significa un golpe emocional, sino también un devastador impacto económico para Tito Urbano y Jocelyn Sánchez. La camioneta era una herramienta esencial para su negocio de venta de pescado y comida, actividad de la cual dependían para su sustento diario.
Además, aún deben pagar el financiamiento del vehículo hasta el año 2028, una deuda que ahora se vuelve más pesada sin la fuente de ingresos que proporcionaba la camioneta. "Me afecta porque no termino de pagar ni el 50% de mi vehículo, tengo una deuda hasta el 2028", lamentó Jocelyn, visiblemente afectada por la situación.