En horas de la noche, un mototaxista fue baleado dentro de su unidad de transporte. El asesinato se produjo cuando la víctima se movilizaba en su vehículo por la trocha de la ampliación B del asentamiento humano Señor de Muruhuay en Huaycán, en el distrito de Ate. Según la PNP, los atacantes no le robaron nada a la víctima.
Los sicarios habrían esperado a que el conductor llegara a lo alto de un cerro para concretar su crimen. Se presume que la víctima escuchó un disparo que lo alertó. Acto seguido, apareció en escena un mototaxi desde donde salieron siete disparos que terminaron al instante con la vida del conductor.
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Los familiares de la víctima llegaron al lugar para identificar el cadáver. Por la ropa que llevaba puesta el cadáver, la familia logró identificarlo rápidamente. Estos no quisieron declarar a la prensa, ni dar más detalles de lo sucedido.
Peritos de criminalística de la Policía llegaron a la zona para realizar las investigaciones de rigor y, de esa manera, tratar de encontrar a los responsables del crimen.
La hipótesis que ha cobrado mayor fuerza es el asesinato por cobro de cupos, ya que la intención de los atacantes no era robarle al mototaxista, sino de acabar con su vida.
Esta zona, ubicada en el distrito de Ate, se ha vuelto el centro de una serie de asesinatos que mantiene en alerta a su población. Uno de los últimos asesinatos ocurridos en Huaycán fue el 16 de mayo en la asociación 21 de abril, en la zona alta de Ate. En aquella ocasión, dos amigos, uno de 26 y otro de 30 años, fueron acribillados mientras cenaban en un restaurante del lugar.
Alrededor de las 9 p. m., una minivan de color blanco se detuvo muy cerca del lugar donde las víctimas se encontraban conversando. La tranquilidad del lugar se vio interrumpida cuando unos diez individuos armados bajaron para dirigirse directamente a las víctimas y cometer su crimen.
En un primer momento, los dos amigos intentaron huir hasta una zona elevada del lugar; sin embargo, fueron alcanzados por las balas, perdiendo la vida casi de manera inmediata.
Los peritos de criminalística de la Policía Nacional del Perú encontraron unos 12 casquillos de bala y dos proyectiles. Uno de los fallecidos fue identificado como Rofer César Tello Matos, de 26 años, cuyo familiar llegó al sitio poco después del incidente.