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Sociedad

Narcotraficantes contaminan tres ríos en comunidad de Unipacuyacu

Amenaza en Huánuco. Dirigente de comunidad nativa denuncia que mafias llegadas del Vraem vierten sus residuos químicos y matan animales y plantas. 

larepublica.pe
Líder nativo. Marcelino Tangoa, apu de Unipacuyacu. Foto: difusión

Sobre el distrito Codo de Pozuzo, en la región Huánuco, se encuentra la comunidad nativa de Unipacuyacu, cuyos habitantes  luchan contra las múltiples amenazas que acechan su hogar: la deforestación, el narcotráfico y la contaminación de los ríos.

Con valentía, estos guardianes de la selva protegen el pulmón del planeta y defienden su derecho a vivir en armonía con la naturaleza.

Marcelino Tangoa, apu de Unipacuyacu, señala a La República que los ríos San Alejandro, Pacuyacu y Sungaroyacu presentan altos niveles de contaminación y responsabilizan a “los narcolaboratorios” que operan en la zona.

Este líder nativo ha sido amenazado de muerte y cuenta con protección del Estado, “pero solo en el papel”.

La viuda y los cuatro hijos de Arbildo Meléndez, el exjefe de Unipacuyacu, asesinado en abril de 2020, viven en la clandestinidad por temor a las represalias. Y como Tangoa, otros líderes y comuneros kakataibos reciben continuas amenazas.

Llegan desde el Vraem

“Nuestros territorios han sido invadidos por personas que se han desplazado desde el Vraem. Sus laboratorios están ocultos y el impacto ambiental procede del vertido de residuos químicos a los ríos”, explica. 

Los contaminantes alteran la acidez y los niveles de oxígeno de los ríos y perjudican la fertilidad del suelo, matando animales y plantas, señala.

“Nosotros consumimos  agua del río Pacuyacu y varios comuneros han sufrido enfermedades gastrointestinales y de la piel”, denuncia.

Ante esta problemática, en febrero de este año enviaron un oficio al Ministerio de Salud (Minsa) y al Gobierno Regional de Huánuco para solicitar con urgencia una intervención integral de salud y estudio de calidad del agua para el consumo humano, “y hasta ahora nada”.

Exigen titulación

El apu afirma que desde el 2020 mucha gente del Vraem se ha instalado en territorios cercanos a la comunidad. “(Además) hay varias pistas de aterrizaje y también se ha incrementado el sembrío de coca”.

Estamos pidiendo titulación, las propias autoridades no nos han dado solución”, narra el apu de Unipacuyacu.

Álvaro Masquez, especialista legal del IDL, quien ha realizado un trabajo de campo en esa comunidad, señala que desde hace 32 años los comuneros piden la titulación de 22.745 hectáreas, ya que casi la mitad de su territorio está invadido.

Masquez asegura que la violencia creció en esa zona desde antes de la muerte de Arbildo Meléndez, y muchos han tenido que migrar hacia Puerto Sungaro  y Aguaytía.

Unipacuyacu es la más olvidada de las comunidades, pues solo hay un colegio, que está a punto de ser arrasado por el río Pacuyacu. “Es la única presencia del Estado y hasta hace poco no tenía docentes. Los niños han empezado el año escolar con dos meses de retraso”, dice.

Arbildo fue asesinado por una mafia

Arbildo Meléndez fue asesinado en 2020, en medio de la lucha por la titulación de su territorio. La comunidad nativa Unipacuyacu fue reconocida en 1995.

Dos meses antes, el líder indígena había expuesto el problema de su comunidad y las constantes amenazas que recibían ante el relator especial por los derechos humanos de la ONU, Michel Forst, quien lamentó su muerte.