En el Rímac, el pasado miércoles 8 de mayo, la Policía Nacional del Perú (PNP) capturó a una anciana de 76 años, identificada como Olga Vigil Mori, conocida en el bajo mundo como ‘Abuela Cruella’. La sorpresa para muchos fue que tras la apariencia de una dulce abuela se escondía una traficante de drogas.
Según un informe de Latina, después de la intervención del Grupo Terna, se incautaron en el domicilio de la anciana más de 2 kilogramos de marihuana y 500 paquetes de pasta básica de cocaína. Estas sustancias ilegales eran ocultadas en latas del suplemento alimenticio Ensure y bolsas de mercado, estrategia que la anciana empleaba para evitar levantar sospechas.
Las autoridades revelaron que la 'Abuela Cruella' tenía un modus operandi bien establecido. Bajo el pretexto de ir al mercado, aprovechaba su recorrido para realizar transacciones ilegales de drogas en una quinta ubicada en el mismo distrito del Rímac. Esta táctica no pasó desapercibida por el Escuadrón Verde del Grupo Terna, que logró infiltrarse en su red.
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Debido a que cualquier persona desconocida que ingresara a la propiedad era considerada sospechosa, los miembros de la Policía se camuflaron como personal de salud, para así visualizar y grabar a la anciana en plena venta ilegal.
Al cuestionar a Vigil Mori sobre la procedencia de la droga, esta señaló a su hijo como el responsable. Sin embargo, una investigación de la PNP confirmó que la anciana no tiene descendencia, lo que aumentó la sospecha sobre la extensión de su red criminal y sus cómplices.
La 'Abuela Cruella', como se le conoce en los círculos del crimen, no es ajena a las autoridades. Posee antecedentes por hurto, tráfico ilícito de drogas y tenencia ilegal de armas.
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En Perú, la pena por comercializar drogas depende de factores que incluyen el tipo de sustancia, la cantidad incautada y si existen agravantes, como la participación de menores de edad. De acuerdo con el Código Penal peruano, el tráfico ilícito de drogas se castiga con penas de prisión que varían desde los 8 hasta los 25 años. En casos considerados más graves, como la pertenencia a una organización criminal o la venta de grandes cantidades, las penas pueden ser incluso mayores y llegar a la cadena perpetua.
Además de las penas de cárcel, las personas condenadas por tráfico de drogas también pueden enfrentarse a multas significativas y al decomiso de bienes vinculados con el delito.
Si sospechas de alguien en tu entorno, puedes hacerlo de estas maneras:
Recuerda que puedes pedir confidencialidad para proteger tu identidad. Las autoridades tienen medidas para garantizar tu seguridad.