La Corte Superior de Justicia de Lambayeque ha emitido una orden de prisión preventiva de 17 meses contra el comandante PNP Abraham Arturo Cuadros Rojas, anteriormente jefe de la policía de tránsito de Chiclayo, y el teniente PNP Luis Miguel Salcedo Usquiano. Ambos están acusados de cohecho pasivo propio, un delito que implica solicitar beneficios a cambio de omitir responsabilidades oficiales.
Según los informes judiciales, se alega que Cuadros Rojas y sus coacusados, quienes también pertenecían a la policía de tránsito de Chiclayo, formaban parte de un esquema en el que solicitaban dinero ilegalmente. Este dinero, obtenido a cambio de no cumplir con sus deberes policiales, era repartido entre un grupo cercano a Cuadros Rojas, quien presuntamente centralizaba los fondos.
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La Fiscalía Provincial Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lambayeque, dirigida por la fiscal provincial Karin Ninaquispe Gil, ha revelado que Cuadros Rojas no solo se comunicaba indirectamente con beneficiarios externos a través de sus subordinados, sino que también tenía contacto directo con ellos, mostrando una disposición continua a transgredir sus obligaciones funcionales. Esta afirmación se basa en la evidencia obtenida de los dispositivos móviles incautados.
Además, en las comunicaciones interceptadas, se utilizaban códigos como "pirañas" y "polladas" para referirse a esquemas de extorsión y cobros indebidos en paraderos no oficiales y otros puntos críticos de Chiclayo.
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Actualmente, tanto Cuadros Rojas como Salcedo Usquiano se encuentran prófugos. Sin embargo, ya se han ordenado sus capturas para proceder con sus encarcelamientos en el penal de Chiclayo, anteriormente conocido como Picsi.
Otro escándalo remece la Región Policial Lambayeque. Fueron detenidos en Chiclayo dos policías en actividad tras ser acusados de extorsionar a su colega, a fin de devolverle su motocicleta robada. Ellos pedían 3.500 soles a cambio de entregarle su unidad vehicular.
Según la información policial, el suboficial Abraham Aguilar Pósito, que labora en la Comisaría Campodónico, se había puesto en contacto con la víctima para negociar la devolución del vehículo a cambio del dinero. En ese momento, fue detenido en flagrancia por sus compañeros de dependencia.
En entrevista con sus colegas, Aguilar Pósito acusó al suboficial Esvin Castillo Zurita, de la Comisaría José Leonardo Ortiz, quien conocía a la persona que tenía la motocicleta y su paradero. Fue así que se arrestó al segundo efectivo dentro de su centro de labores. No obstante, este último indicó que su excuñado, un civil, conocía más sobre el robo.
Los dos agentes y el ciudadano fueron trasladados en calidad de detenidos a la Unidad de Prevención e Investigación por Robo de Vehículos (Upirv). En las próximas horas, se desarrollará la audiencia para conocer si afrontarán la investigación en libertad o serán recluidos en un penal.
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