La joven de 20 años Daniela Huertas Villegas se salvó de ser víctima de un secuestro cuando se dirigía a su casa luego de haber ido a comprar a una bodega cercana a su domicilio en la zona Tablada de Lurín, en el distrito de Villa María del Triunfo (VMT).
Las cámaras de seguridad grabaron el preciso instante en el que ella camina por la calle, mientras que un auto color blanco se estacionó cerca de ella y tres sujetos descendieron, e intentaron raptarla. Sin embargo, la mujer corrió lo más rápido posible y logró quitarse de encima a los malhechores. Tras el hecho, los presuntos secuestradores volvieron a subir al auto que los esperaba y emprendieron la huida.
Huertas Villegas atinó a gritar durante la persecución y, ante ello, los vecinos de la zona encendieron una alarma que sirvió para ahuyentar a los presuntos delincuentes.
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Valeria declaró, en una entrevista para RPP, que el vehículo se acercó lentamente y, al abrir sus puertas, ella se asustó. "Solo atiné a correr y a no voltear para atrás. Otro punto que me ayudó a escapar fue que mi tía salió por la ventana y gritó 'rateros'. Otra mototaxi también empezó a tocar su claxon", expresó. Asimismo, informó que han presentado una denuncia por intento de secuestro.
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En Lima, Perú, se han registrado varios de estos casos que afectaron tanto a adultos como a menores. Uno de ellos involucró a una mujer que utilizó un servicio de taxi de aplicación y posteriormente denunció un intento de secuestro.
La discusión entre la víctima y la compañía de taxis sobre la gestión del incidente y la respuesta de la empresa fue controversial. Además, se han reportado múltiples casos de secuestro de menores, lo que indica un patrón preocupante en el que los niños se convierten en objetivos debido a la percepción de recursos financieros familiares.
Los captores aplican métodos similares. Ello ha llevado a las autoridades a identificar a sospechosos específicos responsables de múltiples secuestros. Un individuo apodado el 'Monstruo' es buscado activamente por la Policía, sospechoso de estar detrás de varios casos de rapto y vinculado al asesinato de un oficial de la PNP. Las estrategias incluyen el uso de disfraces y tácticas que engañan a las víctimas y al público. Esto complica los esfuerzos de prevención y respuesta.
El aumento de secuestros en Lima y otras regiones de Perú ha alarmado a las comunidades y ha intensificado las preocupaciones sobre la seguridad pública. La Policía ha intensificado sus esfuerzos para combatir este delito que registra un aumento significativo en sus denuncias. Las víctimas de estos crímenes a menudo enfrentan violencia y demandas de rescate elevadas. Por ese motivo, se subraya la necesidad de una vigilancia constante y de estrategias de prevención eficaces tanto a nivel comunitario como por parte de las autoridades.