Ante la falta de agua que se vive en Arequipa, los vehículos de la Policía Nacional del Perú (PNP), denominados motobombas, rochabuses o 'pinochos', sirvieron para transportar agua potable a los ciudadanos de Socabaya en la región. Dichas unidades son utilizadas para el control de protestas o manifestaciones sociales.
El jefe de la Unidad de Servicios Especiales (USE), mayor PNP Manuel Carnero, declaró a La República: "La gestión es de la Región Policial de Arequipa por la urgencia y emergencia que se vivía, por eso, se dispuso que nosotros brindaremos el apoyo con este rochabús que tenemos y dos camionetas más para aplacar la necesidad del pueblo".
En tanto, para lograr abastecerse, los residentes de la zona utilizaron baldes, bidones y botellas. Asimismo, formaron largas colas en tres puntos de abastecimiento repartidos en La Campiña.
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Las madres de familia de la región pidieron que el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Arequipa (Sedapar) restablezca el suministro del recurso natural. "Quiero decirle a las autoridades de Sedapar que, por favor, se pongan en nuestros zapatos y sean sensibles con la humanidad. ¿Cómo es posible que siete días no tengamos agua? Es un abuso, estamos sin bañarnos, sin cocinar", expresó Rosa Quispe.
Los vecinos acusaron directamente a la Municipalidad de Socabaya y a Sedapar de no prestar apoyo a la comunidad, pese a que se han presentado múltiples solicitudes. "¿¡Cómo podemos vivir sin agua!? No tienen consideración. Muchas gracias a la USE desde ayer nos están ayudando, de verdad, muchas gracias", manifestó otra de las vecinas.
Falta de agua se registró desde el pasado 5 de febrero. Foto: Leonela Aquino/La República
La situación de escasez de agua en Arequipa es producto de una serie de factores relacionados con las condiciones climáticas y el estado de las infraestructuras. Desde el 5 de febrero de 2024, la región enfrenta cortes en el suministro de agua potable. Aquello afecta aproximadamente al 80% de su población, es decir, hay alrededor de 300.000 personas sin acceso a este recurso vital.
El principal desencadenante de esta crisis fue la activación de las quebradas Teleférico y Mata Gente, y la posterior caída de huaicos provocada por intensas precipitaciones en las zonas altas. Estos sucesos llevaron a la paralización de las dos principales plantas de tratamiento de agua: La Tomilla y Miguel de la Cuba Ibarra. De esta manera, se afectó al 97% de la población arequipeña.
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Las zonas perjudicadas abarcan varios distritos, entre ellos, Alto Selva Alegre, Cayma, Cerro Colorado, entre otros. Así, suma en total a más de 30 jurisdicciones que enfrentan esta crisis hídrica.
Sedapar, la empresa encargada del servicio de agua potable en la región, ha estado realizando esfuerzos para mitigar el impacto de esta situación mediante la distribución de agua a través de camiones cisterna y, así, priorizar entidades críticas como hospitales. Sin embargo, ha habido críticas hacia el cumplimiento del plan de contingencia de Sedapar, puesto que los tanques cisternas de emergencia no han llegado a la hora comunicada.
La falta de agua ha generado una situación caótica. Se reporta que varios ciudadanos bloquearon avenidas principales para abastecerse con los camiones cisternas y un aumento significativo en la demanda de agua embotellada. Además, se ha comunicado que la alta turbiedad del río Chili, causada por las intensas lluvias, ha sido un factor que ha complicado el procesamiento de agua potable.