Un ciudadano noruego atraído por la belleza del norte del Perú hace varios años encontró su hogar lejos de casa en las playas de Zorritos, Cabo Blanco, Máncora y especialmente en Punta Sal (Tumbes). Consultado sobre su experiencia en estas tierras, destacó su fascinación por las playas del norte, describiéndolas como un imán del cual no pudo escapar.
Este apasionado de la pesca deportiva encontró en Punta Sal su refugio diario, donde practica su deporte favorito todo el año. Él resalta el privilegio de pescar ininterrumpidamente en esta playa. Al ser interrogado sobre la gastronomía peruana, expresó su admiración calificándola como "súper", evidenciando su deleite por los sabores únicos del norte del país.
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El entusiasmo del ciudadano noruego, quien fue identificado como Netland Helge, alcanzó un nuevo nivel, pues ha participado en el primer torneo binacional de pesca deportiva en Punta Sal, evento organizado por la municipalidad distrital y que atrajo a miles de visitantes nacionales y extranjeros.
El turista elogió la organización del torneo y alentó a seguir impulsando el turismo en la región Tumbes.
Este testimonio refleja cómo el encanto natural y las experiencias únicas, desde la pesca deportiva hasta la exquisita gastronomía, continúan consolidando al norte peruano, y especialmente a Punta Sal, como un destino irresistible para visitantes de todo el mundo. Su historia es un ejemplo de cómo la riqueza cultural y natural del norte del Perú cautiva a quienes la descubren, y de cómo la hospitalidad y las maravillas del entorno crean experiencias inolvidables.
Los usuarios que han realizado el viaje señalan que desde el terminal de buses en Tumbes hasta Punta Sal son aproximadamente 2 horas. Un vuelo de avión desde Lima demora un poco menos de 2 horas hasta la región fronteriza. Y desde el aeropuerto hasta Punta Sal el viaje es de 1 hora y 30 minutos en taxi o vehículo particular.
Punta Sal también destaca por el nado con tortugas. Foto: Andina