En una comunidad nativa de Madre de Dios está María Celeste, una mujer que ya no usa su nombre. Lo cambió tras ser rescatada por la Policía de un prostíbulo en el que estuvo encerrada durante más de un año y medio, cuando la trajeron engañada de Venezuela. Su testimonio sirvió para que los integrantes de una red criminal fueran atrapados. Pero en esa comunidad, donde nadie sabe de su paso por el infierno, ella sigue recordando la tragedia de las víctimas de trata que dejan su familia tras una promesa falsa.
A Mary le ofrecieron un trabajo como ayudante de cocina a cambio de un pago mensual de S/1.800. Jamás imaginó que terminaría en La Pampa, ubicada entre los kilómetros 95 y 115 de la carretera Interoceánica, donde fue abusada sexualmente. Gracias a una denuncia, la División de Investigación de Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes pudo intervenir el local donde se explotaba sexualmente a varias jóvenes entre 16 a 25 años.
“Me dijeron que tenía que fichar, o sea, que debía hacer que los hombres tomaran alcohol y, cuando ellos pedían servicio, debía acostarme con ellos. Quería salir, pero no podía, ellos se aprovechan de la necesidad”, confesó.
Mercedes Arce, directora de Programas y Proyectos de CHS Alternativo, mencionó que para esta ong es imperativo llegar a todas las regiones del país, especialmente a aquellos lugares donde hay mayor incidencia de captación y traslado de víctimas. Esto debido a que el escenario es preocupante para las víctimas de explotación humana en el Perú, ya que año tras año la cifra de personas afectadas sigue creciendo, pero no llega la justicia ni la reparación.
Arce aseguró que, a la fecha, no existe un mecanismo que haga seguimiento a cada caso para saber qué pasó con ellas: si lograron acceder a la justicia y fueron reintegradas o, por el contrario, abandonaron sus procesos judiciales y volvieron a la situación de explotación. Las pocas evidencias que existen sobre esta problemática lanzan una alerta.
El VIII Informe Alternativo, realizado por CHS Alternativo —que analiza la situación del delito en el Perú— reveló que, de los 68 casos de víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual atendidos por los Centros de Emergencia Mujer (CEM) durante los años 2020 y 2021, apenas un 7% ingresó a espacios de acogida.
Asimismo, de los 43 casos de víctimas que solicitaron protección y fueron atendidos por la institución, solo ocho accedieron a este beneficio. Y respecto a las niñas, niños y adolescentes, solo el 33% pudo ser reintegrado a su unidad familiar. Resaltó que la situación se agrava por el incremento de las mafias de trata de personas y sus vínculos con las economías criminales.
“En un escenario tan adverso para la sobreviviente y tan lucrativo para los tratantes, dejamos a las víctimas en total desprotección. No sabemos si están refugiadas o protegidas, mucho menos si pudieron o están rehaciendo sus vidas o si volvieron al círculo que las sometió. Las sobrevivientes de trata de personas se enfrentan a un proceso para recuperar la dignidad que les quitaron, pero el Estado les está fallando”, enfatizó.
Según el Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, entre los años 2017 y 2023, el 74% de víctimas de este delito en el Perú fue captada por una falsa oferta de empleo, seguida de propuestas en internet (2,7%), una falsa oferta de estudios (1,8%) y la seducción (1,4%), entre otros.
De acuerdo con la misma fuente, en el mismo periodo, el 85% de las víctimas de trata de personas fueron mujeres, el 47,2% fueron niñas, niños y adolescentes y el 84,1% fueron captadas con fines de explotación sexual y laboral. Además, el 61,7% de las personas fue víctima de engaño, el 10,1% fue captada tras la concesión o recepción de pagos o beneficios y el 6,5% a través de amenazas, entre otros. Pese a que se trata de un delito creciente, entre los peruanos existe un gran desconocimiento de qué es la trata de personas.
Ante este panorama y con la finalidad de que más personas conozcan el delito y se combata desde diversos frentes, CHS Alternativo, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y el Grupo RPP impulsan la campaña “La trata de personas es explotación humana: Reconócela y véncela”, la cual busca que la ciudadanía pueda identificar, prevenir, alertar y denunciar este crimen.
La campaña —realizada por segundo año consecutivo— se desarrollará a nivel nacional, con especial énfasis en las regiones Lima, Loreto, Cusco, Puno y Madre de Dios.
La trata de personas comprende los delitos de explotación sexual, explotación laboral, mendicidad, trabajos o servicios forzados, venta de niñas, niños o adolescentes, extracción y tráfico de órganos. Si conoces algún caso, puedes denunciar en esta plataforma del Ministerio del Interior. También llamando al 1818 o presencialmente en la comisaría más cercana. La Policía Nacional del Perú tiene la obligación de recibir tu denuncia y prestar apoyo inmediato.