Cargando...
Sociedad

Obispos de Tacna y Arica: “Migración no debe ser vista como una amenaza, sino como una oportunidad”

Las autoridades eclesiásticas se pronunciaron sobre la crisis que se vive en la frontera de Perú y Chile. Consideraron que el estado de emergencia es una medida coercitiva.

larepublica.pe
Los obispos de la frontera Perú Chile pidieron respetar la dignidad de los ciudadanos extranjeros. Foto: difusión

Ante la crisis en la frontera Perú-Chile, los obispos de las diócesis de Tacna, Moquega y San Marcos de Arica manifestaron que este problema es consecuencia de las decisiones políticas de los gobiernos implicados y consideran que militarizar la línea fronteriza y declarar el estado de emergencia son medidas coercitivas que reclaman soluciones más ponderadas y justas. Incluso, rechazaron la postura adversa que han adoptado algunos peruanos contra ciudadanos extranjeros.

“Nos duele la reacción de los connaturales que han tomado una postura totalmente adversa al extranjero”, se lee en el comunicado firmado por el obispo de Tacna y Moquegua, Marco Cortez, y el obispo de San Marcos de Arica, Moisés Atisha.

En ese contexto, manifestaron que la migración debe ser regulada por las autoridades, pero advirtieron que ello no es sinónimo de prohibir o considerar a los ciudadanos extranjeros como un mal de la sociedad.

“Como dice el comité permanente de la Conferencia Episcopal de Chile, ‘la migración no debe ser vista como una amenaza, sino como una oportunidad para construir un futuro de paz’”, subrayaron los representantes de la Iglesia Católica de Perú.

Los obispos de Tacna y Arica emitieron un pronunciamiento. Foto: Diócesis de Tacna y Arica

Asimismo, indicaron que es necesario un auténtico y sincero ejercicio de corresponsabilidad de la comunidad internacional para atender la crisis en la frontera Perú-Chile, debido a las decisiones políticas de ambos gobiernos. Además, solicitaron la intervención de las autoridades nacionales y regionales.

En esa línea, invocaron al diálogo entre todas las partes involucradas para que las personas vulnerables, familias con niños y niñas, adultos mayores y desprovistas de recursos económicos no tengan que asumir los efectos de la crisis en la frontera.

“Los obispos de frontera invitamos encarecidamente a las autoridades para que, con ayuda de Dios, encuentren las vías de solución y no se lamenten víctimas por la violencia. Insistimos en el respeto a la dignidad de cada persona”, enfatizaron Marco Cortez y Moisés Atisha en su comunicado ante la opinión pública.