Los 31 jóvenes detenidos el domingo 26 en la Universidad Nacional Jorge Basadre Gromhann, por intento de plagio en el examen de admisión, usaron aparatos tan pequeños que fueron calificados por la Policía Nacional como nanotecnológicos (objetos fabricados a la menor escala). La Policía tuvo que recurrir a personal médico para extraer algunos de esos equipos del cuerpo de los jóvenes.
El coronel Manuel Guerrero Zerpa, jefe de la División de la Investigación Criminal, explicó que cada joven llevaba un nanodispositivo en el oído a través del cuál podían oír a la persona que desde el exterior les avisarían las respuestas del examen. Ese aparato es casi imperceptible a la vista humana y solo puede ser retirado con un imán y bajo supervisión médica.
Además, llevaban dispositivos electrónicos en el pecho (más pequeños que una cajita de fósforos), el cual iba sujetado por cables que se camuflaron en las costuras de los bividís o brasieres deportivos. Esos dispositivos llevan chips de telefonía.
Guerrero anunció que la División de Alta Tecnología de la Policía, en Lima, analizará los dispositivos incautados. Lamentó que los postulantes fueran captados por esta presunta mafia dedicada al plagio. En la intervención solo se detuvo a postulantes que se encontraban al interior de la universidad, listos para dar sus exámenes; no se pudo dar con las personas que desde afuera "soplarían" las respuestas.
En Lima se realizará el peritaje a los chips para dar con los otros miembros de la organización criminal.
Según lo que contaron algunos de los jóvenes al personal de la universidad, al ser intervenidos; les habrían cobrado entre 15 mil a 20 mil soles. Se presume que los padres de familia habrían colaborado con el ilegal trato, pues 12 de los intervenidos eran menores de edad que carecen de la solvencia económica.