Más de 30.000 viviendas fueron afectadas por los fenómenos climatológicos causados por el ciclón Yaku. Del total, 2.510 quedaron inhabitables y 1.666 fueron destruidas, de acuerdo a la información del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci). Desde que se desencadenaron las intensas lluvias en la costa norte del país y en Lima, los huaicos, inundaciones y otros desplazamientos de masas han mantenido en alerta a la población, que en muchas casos perdieron sus casas o continúan expuestos a riesgos de desastre.
La República conversó con dos especialistas del Instituto de Desarrollo Urbano - Cenca para conocer algunos consejos que debe seguir la ciudadanía con el objetivo de evitar que sus inmuebles colapsen o se dañen, ya sea por la entrada de agua o el desgaste de los materiales de construcción que la protegen.
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De acuerdo al arquitecto Juan Carlos Calizaya, la situación de vulnerabilidad de las familias de las zonas más pobres ante los desastres se debe a que se ubican en laderas inestables, sus casas tienen construcciones precarias y no hay una planificación y organización para afrontar los peligros. En este caso, para proteger una vivienda o un negocio ante las intensas lluvias, debe tomarse en cuenta lo siguiente:
Ante las lluvias intensas, puedes colocar plásticos en el techo de tu vivienda. Foto: La República
Los huaicos son los desastres más frecuentes en nuestro país durante la temporada de lluvias. Muchas personas han perdido sus casas u otros objetos ante la fuerza de esta masa enorme de lodo y piedras. Sobre ello, Esther Álvarez, abogada y especialista en temas de gestión urbana, afirma que se necesita elaborar un mapa de riesgos e identificar a las familias que viven en asentamientos humanos cercanos a los cauces de las quebradas. Además, ella destaca las siguientes recomendaciones:
Una forma de proteger tu vivienda de inundaciones o huaicos es colocando bolsas de arena. Foto: Andina
Según los especialistas de Cenca, existen responsabilidades en los diferentes niveles del Gobierno para promover el ordenamiento territorial, control urbano y mecanismos de acceso al suelo y vivienda en favor de los sectores D y E. Por ejemplo, frente a los recientes desastres que vive el país, los gobiernos locales deberían impulsar la elaboración de mapas de riesgo para identificar a las familias vulnerables, reordenar los espacios territoriales donde se asientan en coordinación con la población organizada y mitigar las situaciones de peligro.
Asimismo, resaltaron que se necesitan planes de acción local de acceso al suelo seguro y vivienda popular, así como la implementación de programas de mejoramiento del hábitat participativa. Finalmente, hicieron un llamado a que el Ejecutivo apruebe el reglamento de la Ley de Desarrollo Urbano Sostenible que está pendiente desde hace dos años y que incorporó propuestas como el fideicomiso comunitario de tierras y los núcleos ejecutores urbanos que deben darle protagonismo a los habitantes y a los gobiernos locales con financiamiento del Gobierno central.