Han pasado 11 días que el sector de Wichanzao en el distrito de La Esperanza, en Trujillo, se vieran afectados por las intensas lluvias que ocasionó el ciclón Yaku y que producto de ello se activó una quebradilla del cerro Cabras que fue desbastador para la población de estos lugares; sin embargo, aún sus calles y casas tienen lodo.
Si bien la remoción de escombros y arena que dejó a su paso el huaico, los vecinos piden que se acelere los trabajos, porque ya empiezan a sentir afectación en cuanto a su salud, por el tema de las aguas residuales que están empozadas, exponiéndose a enfermedades, como dengue, estomacales, respiratorias, de la piel entre otras.
Además, en esta zona hay personas que lo perdieron todo, desde sus viviendas, sus emprendimientos, la ayuda desde las autoridades locales y gente solidaria ha ido llegando, primero con víveres y agua que es lo más vital, no es suficiente.
“En nuestra memoria esta todo lo vivido aquella noche del viernes 10 de marzo, como una película que no debe repetirse. No fuimos alertados de lo contrario hubiéramos tomado nuestras precauciones. Lo hemos perdido toda nuestra casa, todos nuestros ahorros se fue con estas aguas que cayeron”, explica un vecino del lugar.
En Wichanzao son más de 300 las familias que se han visto afectadas y esperan que lo más pronto las autoridades logren retirar todo el lodo con el que aún conviven.
En tanto, en la provincia de Virú hay poblaciones como el caserío Juyacul (Virú) y el caserío de Llacamate (Chao)hasta donde han tenido que llevar ayuda humanitaria en helicóptero por tener las vías bloqueadas según explicó el alcalde provincial, Javier Mendoza quien estuvo acompañado del alcalde de Chao Juan Carlos Soles.
"Tuvimos que gestionar al Gobierno Regional un helicóptero y hemos llevado víveres, calaminas, agua, plásticos y otras cosas para la población de Llacamate y Juyacul, hasta donde no se puede llegar por el aislamiento de carreteras. Estaremos atendiendo a toda la población de Virú que se ha visto afectada por los embates de la naturaleza", detalló.
Por su parte, el gerente regional de Defensa Nacional de La Libertad, Edwin Dávila Paredes informó que hay un promedio de 10.000 casas afectadas y 5.000 destruidas producto de las lluvias y huaicos.