Los proxenetas y sicarios de la organización criminal Los Gallegos, unidad de El Tren de Aragua, han sembrado terror en el Centro de Lima, en especial, en el grupo de trabajadoras sexuales que ofrecen sus servicios en los pasajes Larrabure y Peñaloza, así como en los jirones Cañete, Chancay y Zepita. Los extorsionadores cobran cupos de entre S/600 y S/700 para dejarlas ejercer. En total, a la semana pueden recaudar unos S/105.000 y mensualmente pueden llegar a los S/420.000.
"El pago era físico. Posteriormente, abrieron unas cuentas criminales donde se hacen los depósitos semanales. Las personas que no cumplen son censadas criminalmente por la cabeza de esta organización", explicó a Latina el coronel Víctor Revoredo, jefe de División de Investigación de Homicidios de la Dirincri.