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Sociedad

La pandemia y las protestas hunden al turismo en el sur

Cifras. Instituto Peruano de Economía estudia movimiento de turistas desde 2019. La conclusión es que el flujo de visitas no se recuperó en Cusco y Puno. Tampoco los puestos de trabajo.

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Cifras de turismo. Foto: La República. | La República

El atractivo turístico más visitado en el sur es el Santuario Histórico de Machupicchu en Cusco. En 2022 registró un millón de visitantes, medio millón por debajo del número registrado en 2019, según el Instituto Peruano de Economía (IPE).

Mientras que Puno y su reserva Nacional del Titicaca pasó de albergar 187 mil visitas en el 2019 a solo cuatro mil durante el 2022. Eso la convirtió en la región que más visitas perdió tras la pandemia.

El sector turístico es muy importante para la economía peruana, sobre todo para regiones como Cusco y Puno. Los sectores asociados al turismo, como el comercio, transporte y alojamiento y restaurantes, representan alrededor de un quinto del Producto Bruto Interno (PBI). A pesar de su relevancia, el sector aún no se ha recuperado del golpe de la pandemia. Según IPE, del millón y medio de puestos de trabajo que generaba el turismo en el 2019, solo se conserva un millón al 2022.

Según Luis Fernando Helguero, ministro de Comercio Exterior y Turismo, la conflictividad social que se vive en el país, solo empeorará el desempeño del sector. Entre diciembre del 2022 y enero del 2023, el turismo registró pérdidas por S/1,052 millones. La zona sur del país se ha visto fuertemente afectada por los disturbios. Apurímac, Arequipa, Cusco, Moquegua, Puno y Tacna tienen el mismo nivel de afectación.

En el 2021, los sectores vinculados al turismo representaron el 13% de la actividad económica en la zona sur. De acuerdo con el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), ese mismo año el turismo generó 113 mil puestos de trabajo. En el 2022, los empleos en este sector aumentaron en 62%, a 183 mil; sin embargo, están aún lejos de los 250 mil empleos que generaba en el 2019.

Entre enero y noviembre del 2022, el sur tuvo un movimiento de alrededor de 5 millones de pasajeros aéreos. De estos, solo 34 mil corresponden a vuelos internacionales. A pesar de una pronunciada recuperación, el flujo de pasajeros se encuentra aún 21% por debajo de los 6.3 millones registrados en el mismo periodo del 2019, señala el IPE.

Los datos de arribos a hospedajes cuentan una historia similar: de los 13.3 millones alcanzados en la zona sur entre enero y octubre del 2019, al 2022 se ha podido recuperar 9.2 millones.

El año pasado se asignaron S/215 millones en presupuesto público para mejorar la competitividad de los destinos turísticos en el sur. Sin embargo, solo se ejecutaron S/56 millones, el 26% del monto. Especialistas aseguran que para que el sector pueda recuperarse, es necesario ponerle fin a la conflictividad social en el país.

Otras cifras

El año pasado, otros centros arqueológicos del Cusco como Sacsayhuamán, pasaron de recibir 804 mil visitas en el 2019 a 1.8 millones en el 2022. El Valle del Colca y el Monasterio de Santa Catalina en Arequipa, se encuentran en una situación similar. En Apurímac, el Conjunto Arqueológico de Saywite registró 7 mil visitas, 2 mil más que las alcanzadas en el 2019. Estas cifras no contemplan las recientes cancelaciones en 2023.

Empresarios ya no quieren invertir en Perú

El presidente de la Cámara de Comercio Cusco, Jhon Gonzáles señala que para nosotros, estos meses de diciembre a enero se ha espantado al turismo y se ha generado una mala imagen del Perú. Los visitantes que se supone que vendrían ya cambiaron sus destino a otros lugares, pero el problema venía desde Pedro Castilo.

El nivel de inversión se restringió, todas las intenciones de inversiones del extranjero se frustraron. Las paralizaciones han acrecentado a que el sector privado ya no quiera invertir en el país.

La mala inversión del presupuesto público (para recuperar la actividad turística) se debe a mala decisiones de las autoridades. Nosotros no hemos visto mejoras en lugares turísticos, ni siquiera en las condiciones de atención, accesos a los centros arqueológicos o transitabilidad de las vías. La incertidumbre y retracción de las empresas tampoco permite contratar personal.