Desde hace cuatro años, Margarita ha ocupado parte de una de las veredas de la urbanización La Florida, en el Rímac. Sus vecinos indicaron que antes tenía 32 perros, pero actualmente cuenta con cerca de 16 canes, los cuales viven en los alrededores de dicho lugar y varios están atados del cuello con duras sogas. Asimismo, estos animalitos conviven con la basura y residuos que la mujer encuentra debido a que se dedica al reciclaje. "Yo vivo en el segundo piso, adentro. Obvio que debo reciclar afuera, y los perritos, si quiero que los adopten, deben estar afuera también", sostuvo a Panamericana.
Sin embargo, los residentes señalaron que la ciudadana se niega a dejar a sus canes y que, cuando alguien los adopta, ella los persigue e insulta. Además, sus vecinos han denunciado que el olor de los desperdicios es insoportable y que atrae muchas moscas, así como ratas. Sin embargo, y a pesar de que han enviado múltiples cartas al municipio, hasta la fecha no han obtenido ayuda para liberar esa parte de la vía pública.