Santos Rolando Yanque Lagos (39) y Wilman Chahua Oviedo (23) fueron hallados calcinados el viernes 27 de enero dentro de uno de los ambientes de la unidad Utunsa de la compañía minera Anabi, situada en el distrito de Haquira, Cotabambas en Apurímac.
El último 20 de enero, un grupo de pobladores atacó y quemó dicho campamento minero. Tras la violenta incursión, estas personas fueron reportadas como desaparecidas por sus familias en la comisaría de Santo Tomás. Incluso llegaron a la sede de la compañía para que les permitan el acceso y buscarlos.
La Fiscalía Provincial Mixta de Challhuahuacho oficializó la solicitud a la compañía minera para que policías y personal de la Fiscalía ingresen al campamento y busquen a los desaparecidos. En la diligencia hallaron los cadáveres calcinados. Según información de ciudadanos de la zona, Yanque y Chahua provenían del distrito de Quiñota, aledaño a Haquira. Se presume que en medio de los destrozos e incendios, ambos quedaron atrapados en uno de los contenedores que sirven de vivienda a los trabajadores. Ahí murieron calcinados
Los ciudadanos y dirigentes del distrito de Haquira contaron a La República que el incendio fue provocado por pobladores de la comunidad de Pumallaqta y otros sectores del distrito de Quiñota. "Los del distrito aledaño de Quiñota, sobre todo de Pallpata que está a media hora de la mina, han subido antes que se queme todo a Utunsa. Subieron 30 personas en camiones con el objetivo de saquear”, aseguró el poblador haquireño de nombre Gonzalo.
Según su testimonio, los habitantes de Challhuahuacho o Haquira no participaron en el hecho, pues sabían que no había trabajadores en la mina y asegura que suelen dejar artefactos explosivos para evitar los saqueos. “Nosotros ni los de Challhuahuacho hemos subido, porque sabemos muy bien lo que podía pasarnos. Pero todos acá dicen que se quemaron entre ellos”, dijo.
Otro ciudadano de Quiñota, quien prefirió no identificarse, reforzó dicha hipótesis. “Los pobladores entraron a saquear porque gastaron su plata en viajar a las protestas y como la presidenta no renuncia, subieron a saquear. Algunas personas por ambición se metieron más adentro y otros que estaban afuera prendieron fuego y no les dieron tiempo a los de adentro para escapar”. señaló.
Uno de los pobladores de la comunidad de Huanca en Haquira, que es la más cercana a la minera, relató que los pobladores de Quiñota ya habían amenazado con este ataque. "Ellos (los de Quiñota) anunciaron que iban a subir y todos los de la mina se fueron, por eso a mí me llamaron para decirme que tenga cuidado con que quemen mis cosas porque yo alquilaba equipos a la mina.
Casi una semana después rescataron los cuerpos, ni siquiera los de la comunidad quisieron subir a buscar”, afirmó. Hasta el cierre de este informe, intentamos comunicarnos con los dirigentes y pobladores de Quiñota, ninguno respondió.