Los pobladores de origen quechua y aymara de la región de Puno anunciaron que este lunes 9 de enero sitiarán las ciudades de Juliaca y Puno en el marco de la huelga indefinida que reiniciaron el 4 de enero. Exigirán la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso y la instauración de un gobierno transitorio que convoque nuevas elecciones.
Este domingo fue el quinto día de paralización indefinida en la región altiplánica y fue contundente. La ciudad de Juliaca fue el epicentro de la huelga. Los pobladores de la ciudad calcetera cerraron los principales accesos y salidas. No hubo servicio de transporte público y privado, y se restringió el comercio. Hubo un cierra puertas total.
El aeropuerto Inca Manco Cápac de Juliaca amaneció resguardado por un gran número de efectivos de la Policía y miembros del Ejército. Se informó que, al promediar las 11.00 a.m., un avión Hércules aterrizó en el terminal aéreo de la ciudad y trajo pertrechos entre municiones, perdigones, bombas lacrimógenas y otros para reprimir a los manifestantes en caso de que se registre actos vandálicos.
Por otro lado, la mañana de este domingo, en una multitudinaria asamblea en la plaza de armas de Ilave, los pobladores aymaras decidieron emprender este lunes una marcha hacia la ciudad de Puno y solicitar el pronunciamiento del gobernador regional. Posteriormente, viajarían a Lima para exigir la renuncia de Dina Boluarte, el cierre del Congreso y una nueva constitución.
Del mismo modo, en la plaza del distrito de Zepita, provincia de Chucuito, centenares de pobladores aymaras acordaron viajar este lunes a Puno. El mismo acuerdo sostiene la población de la zona sur, como la de las provincias de Yunguyo, Chucuito y El Collao-Ilave.
Manifestantes acuerdan viaje a Lima tras protestas en Puno. Foto: Kleber Sánchez/URPI-LR
Mientras tanto, las provincias de la zona norte de la región (Carabaya, Sandía, Ayaviri, Azangaro, Putina, Huancane, Moho, Lampa) se concentrarán en Juliaca.
La llegada de los aymaras y quechuas a las principales ciudades de Puno y Juliaca es una autoconvocatoria de los pueblos. Ellos están indignados por la muerte de 27 peruanos, por la represión policial y militar en diferentes regiones, además por los centenares de heridos que dejaron las protestas.
Lo que exacerbó más los ánimos de la población son los excesos que cometen algunos miembros de la PNP. “Los policías son abusivos. Ellos golpearon a una madre y su hijo. Ellos fueron los que quemaron motos en Juliaca, tal como se muestra en los videos que circulan en redes sociales”, dijo el dirigente de la cuenca Coata, Félix Suasaca, quien denuncia ser objeto de reglaje por parte del Gobierno.
Protestantes piden renuncia de Dina Boluarte. Foto: Kleber Sánchez/URPI-GLR
“La huelga indefinida es una autoconvocatoria del pueblo. Aquí no hay dirigentes que impulsan esta medida de lucha. Lo que el pueblo exige es la renuncia de Dina Boluarte, cierre del Congreso y adelanto de elecciones para el 2023″, agregó el dirigente tras indicar que no hay posibilidad de diálogo con la jefa de Estado.
De acuerdo con el representante, los ciudadanos acordaron detectar e intervenir a los infiltrados en las movilizaciones que pretendan generar actos de violencia.
Varias carreteras de la región de Puno se encuentran bloqueadas; sin embargo, el bloqueo más fuerte se registra en la carretera Puno-Desaguadero, vía que conecta con el vecino país de Bolivia. Hay bloqueos en Acora, Ilave, Juli, Pomata y Zepita. En desaguadero, se cerró el puente internacional Perú-Bolivia. Varios vehículos de carga pesada se encuentran varados.