Feliciano Anahua Cutipa (67) nació en Puno, en un poblado ubicado en las riberas del Lago Titicaca y, el último viernes, lejos de esa región altiplánica, cumplió más de 40 años limpiando y filtrando el agua que beben más de 70.000 habitantes de la provincia de Mariscal Nieto, en la región de Moquegua.
Él es operario de la Planta de Tratamiento de Agua Potable (PTAP) Chen Chen, de la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamientos (EPS) Moquegua, y es reconocido por sus compañeros de trabajo y los usuarios como un puntal en el proceso de reflotamiento de la empresa prestadora, llevado a cabo durante siete años por el Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento (Otass), a través del Régimen de Apoyo Transitorio (RAT).
A sus 67 años y portando su equipo de protección personal, Feliciano, conocido como el ‘Aquamán’ de Chen Chen, luce como un superhéroe del agua.
“Antes todo era válvulas. De tanto moverlas, quedé con una lesión crónica en el codo derecho. Con la modernidad, el proceso de filtración se controla con botones, pero igual debo estar muy atento para usar correctamente el sistema automatizado”, dice el trabajador.
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Durante la primera ola de la pandemia, Feliciano dio una dura batalla a la COVID – 19. Superó la enfermedad pese a tener un mal crónico. Su fortaleza y compromiso con el trabajo mantienen vigente a este maestro de las nuevas generaciones de operarios de PTAP Chen Chen, donde se produce agua potable para miles de pobladores.
Este año, fue reconocido por el Otass como el trabajador emblemático de la EPS Moquegua, empresa que retornó a la administración municipal luego de haber sido reflotada por el organismo, tras revertir la causal de insolvencia económica y financiera por la que había ingresado al Régimen de Apoyo Transitorio (RAT).