Quedan pocas horas para la esperada Navidad del año 2022 y los niños son los más emocionados por la festividad, ya que, como es tradición, son quienes más obsequios reciben en esta fecha. Sin embargo, existen peligros latentes al entregarle un juguete a los menores, debido a que algunos de ellos podrían contener altos porcentajes de productos químicos nocivos para la salud.
El director de la Dirección General de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria (Digesa), José Ramos Rico, explicó los tres principales pasos que se deben tomar en cuenta para evitar comprar juguetes tóxicos para los pequeños.
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Como primera recomendación, el especialista indicó que el producto debe tener la autorización sanitaria, la edad de uso y las advertencias para los niños al momento de jugar o manipular el juguete.
En segundo lugar, los consumidores deben comprar productos en lugares seguros y autorizados, que emitan una boleta o factura, para que puedan hacer reclamos o notificar a Digesa, en el caso de que tengan sospechas de la presencia excesiva de químicos.
Como paso tres, el experto indica que no se deben comprar juguetes que no tengan rotulado ni autorización sanitaria emitida por Digesa y el Ministerio de Salud.
Para Ramos Rico, los olores muy fuertes o la pintura que se desprende muy fácilmente, son señales de alerta en un artículo para niños. “El niño o la niña puede ingerir estas sustancias que, en muchas ocasiones, generalmente tienen elevados componentes de plomo, que es altamente tóxico para la salud. Altera el sistema nervioso, incluso puede manifestarse tiempo después, afectando el aprendizaje del niño o la niña, genera anemia u otras manifestaciones como náuseas, vómitos y dolores de cabeza, pero lo más peligroso es la afección al sistema nervioso”, afirmó en diálogo con La República.
“Va a depender mucho de la cantidad de estas sustancias tóxicas, en este caso, de estas pinturas que se desprenden de los juguetes al momento de manipularlos, de la cantidad que haya ingerido el niño. También de la composición que hayan usado al momento de fabricar este tipo de productos. En muchas ocasiones son elevados en plomo u otras sustancias que afectan al sistema nervioso”, aseguró el médico cirujano.
Asimismo, Ramos Rico indicó que los síntomas de las afecciones por este contacto no aparecen de inmediato, sino que tienen un efecto acumulativo. “Por eso es importante para los padres, identificar si el producto se despinta fácilmente o le está manchando la manito a su hijo, lo estamos exponiendo a un riesgo a la salud, deberíamos suspender el uso de este juguete y desecharlo”, insistió.
El titular de Digesa advirtió que la contaminación con químicos muchas veces se da por medio de la ingesta, pero también se da a través de la piel. El niño no solo lo lleva a la boca, pueden tocarse también la nariz, los ojos, las cuales son áreas donde se pueden inocular estas sustancias, entre las que se encuentran el arsénico, antimonio, mercurio, cadmio y plomo.
De acuerdo con Ramos, millones de juguetes nocivos para la salud de los pequeños, se siguen comercializando año tras año debido a la informalidad que prevalece en el país. “Los establecimientos no tienen esta autorización sanitaria, que en este caso lo emite la Digesa y el Ministerio de Salud”, añadió.
La Dirección General de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria, advirtió que un lote de juguetes Cry Babys (bebés llorones) podría afectar la salud de los niños, al causar daños en su sistema reproductivo. Esto, debido a la presencia de la sustancia ftalato de bis (2-etilhexilo) (DEHP) en niveles que exceden los límites permitidos, según la alerta emitida por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Por la razón expuesta, Digesa supervisó los mencionados productos en distintos establecimientos donde se hallaron juguetes con características similares a los alertados. Se tomaron muestras para los análisis técnicos para garantizar que su uso no representa un peligro para los menores.