Vecinos de San Juan de Lurigancho llegaron hasta el cementerio Paraíso de Santa María para protestar por el abandono del camposanto, donde se encuentran enterrados varios de sus familiares fallecidos. Los ciudadanos denunciaron que, durante la pandemia, inescrupulosos aprovecharon el descuido de la administración del establecimiento para profanar y apoderarse de los espacios. “Nuestros seres queridos están enterrados en este lugar, desgraciadamente. En su momento, la administración era buena, pero ahora no, ha sido cuna de delincuentes, de drogadictos”, lamentó Miriam, una de las lugareñas, quien sepultó a su padre, madre y hermana en el lugar.
“A causa de la pandemia, prácticamente nadie visitaba y esto se ha llenado de fumones, delincuentes, han profanado las tumbas de nuestros seres queridos. Incluso, han sacado cajones para dormir dentro de los nichos, han traído frazadas, han hecho sus cuartos, sus cocinas, ya ni hay cadáveres”, añadió. Las familias exigieron la presencia del actual alcalde Álex Gonzáles Castillo para que realice una inspección.