Este 3 de noviembre, el Congreso de la República aprobó, en primera votación, el proyecto de ley 1109, que modifica el artículo 30 de la Ley General de Transporte y Tránsito Terrestre (Ley 27181) y dispone la ampliación de la cobertura del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) para la atención médico-veterinaria de animales afectados por accidentes de tránsito.
Esta norma, desde su elaboración, ha generado la preocupación de distintas organizaciones animalistas y voces contra el maltrato animal, quienes aseguran que la modificatoria pondría en grave peligro a los animales en abandono, los cuales quedarían a merced de personas insensibles que solo buscan lucrar con el sufrimiento de estos.
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En conversación con La República, Heidi Paiva, directora de Proyecto Libertad, aseguró que esta ley tiene buenas intenciones, pero “es un gran peligro para los animales”. “Existen personas que fingen ser ‘animalistas’ y veterinarios ‘sociales’ que han visto un negocio en la lucha en defensa de los animales”, agregó.
A su vez, Paiva refirió que su organización ha recibido “cientos de denuncias” contra ciudadanos que cobran por cuidar y atender a los animales, pero “los tienen en abandono, se les pierden o hasta mueren“.
“Con esta norma, los animales corren el riesgo de ser empujados a las pistas, con la finalidad de cobrar los 20.000 soles del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), que es bastante dinero”, agregó.
La norma, que aún está a la espera de una segunda votación en el pleno del Congreso, modifica el numeral 30.2 del artículo 30 de Ley General del Transporte. Según el dictamen, el apartado quedaría redactado de la siguiente manera:
“El SOAT y el CAT (Certificado contra Accidentes de Tránsito) cubren a todas las personas, sean ocupantes o terceros no ocupantes, que sufran lesiones o muerte como producto de un accidente de tránsito. De igual forma, cubren las lesiones a los animales domésticos y de compañía producto de accidentes de tránsito, sean ocupantes o terceros no ocupantes, así como la cobertura de los daños materiales ocasionados contra terceros hasta 2 UIT.”
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A Anaís Anaya, fundadora de Voz Animal, le genera un poco de miedo la ejecución de esta ampliación del SOAT, porque, “según lo que vemos en el país, hay mucho lucro debajo de la mes0a, sobre todo con los animales, que no hablan, no se defienden”. “Me daría miedo que empiecen a usar esta cobertura de mala manera y perjudiquen a los animales”, resaltó
Tanto Voz animal como Proyecto Libertad consideran que la aprobación de la ley podría generar graves peligros a los animales, que quedarían a merced de personas y malos profesionales en veterinaria que, con el fin de obtener el dinero del seguro, “atropellen apropósito a los perritos en abandono”.
Paiva, del Proyecto Libertad, explicó que “existen casos de personas que se dicen hacer ‘ayuda social para los animales’, pero resultan en una estafa, como José Carlos Zevallos, administrador de una veterinaria que desconectó y pidió al responsable de una cachorra de 3 meses que espere con la perrita agonizante en la calle ‘porque no se iba a salvar’ y porque la familia no llegaba con el dinero adicional para cubrir la cuenta”.
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Para Anaís, de Voz animal, otro temor es que “la gran mayoría de perros que atropellan son animales que no tienen hogar”. Es decir, serían estos seres quienes podrían ser objeto de malas praxis”.
Además, “no existe manera de probar que un animal es tuyo”, refirió Paiva. “Sabemos que el congresista Diego tiene toda la buena fe. En una conversación con él, le explicamos nuestros temores, pero consideró que esos detalles se pueden ajustar en la reglamentación”, agregó Heidi.
Sin embargo, “sabemos que una ley puede pasar años sin ser reglamentada”.
En consulta con este medio, el veterinario activista Rodrigo Rondón mencionó que considera que la ley es un paso hacia adelante, pero que esta debe ser bien reglamentada para evitar las situaciones peligrosas y de mala praxis a las que podría exponerse un animal en abandono.
“No soy tan pesimista y parto de la buena fe de la norma. Confío en que no haya profesionales veterinarios que se presten para hacer el mal a estos seres, pero sí es una necesidad contar con una buena reglamentación”, aseveró.
Proyecto de Ley Cuatro Patas será debatido en el Pleno del Congreso. Foto: Antonio Melgarejo/La República
Si bien, sin una reglamentación, la norma es ley muerta, “nada nos asegura que esta será bien planteada o cubra todos estos vacíos, como la afiliación de veterinarios”, refirió Paiva.
Anaís, por su parte, consideró que se debe priorizar y poner más énfasis en leyes que ataquen el problema de fondo, que es la sobrepoblación de animales en las calles”. “Una de ellas es la ley de cuatro patas, que hasta la fecha no ha sido reglamentada”
No obstante, “que quieran cubrir a los perritos con el SOAT me parece un mensaje de buena conciencia, al considerarlos seres sintientes. De alguna manera es positiva, pero deberían reglamentarse de tal manera que se evite el lucro”, remarcó.
De acuerdo a Luis Quispe Candia, fundador y director de la ONG Luz Ámbar, la aprobación de esta norma también genera preocupación por el incremento de costo en el SOAT. “Al ampliar la cobertura del seguro a los animalitos, generará estos efectos colaterales; tiene que subirse necesariamente el SOAT”, dijo.
“Vivimos en un país en el que cunde la delincuencia y, lamentablemente, un buen sector de la población va a aprovechar el mínimo de esta norma para generar una fuente de corrupción”, recalcó Quispe Candia, quien además afirma que esa norma transgrede la esencia del SOAT, que es “proteger a las personas”.
SOAT digital trae múltiples beneficios. Foto: difusión