Denuncias por cobros indebidos, abuso de autoridad, mala alimentación y maltratos a los internos y sus familiares en el penal de varones de Trujillo hicieron un grupo de familiares de los presos del reclusorio en la plaza de Armas de la ciudad.
La representante del grupo, Amanda Rumiche Martínez, comentó que el último 13 de octubre han presentado un documento para pedir una reunión con el presidente del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) y el director del penal de varones de Trujillo para analizar esta problemática que existe.
Dijo que los presos tienen derecho a una salud, a recibir beneficios penitenciarios y visitas, porque está demostrado que la familia es el ente de soporte para el interno, si no es así, se decae, se deprime y pude seguir cometiendo más delitos.
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“Después de la emergencia de la COVID-19 ya se han dado paso a las visitas en los 69 penales del país, pero en la ciudad de Trujillo no está pasando esto. Solo está permitido una visita conyugal cada 15 días, así como una visita al mes por una hora de sus familiares”, precisó.
Reclamo de presos
Reveló que, en Trujillo, para permitir las visitas, el interno tiene que pagar al INPE —por cada ingreso— entre 250 a 500 soles.
Aseguró que el dinero va a los bolsillos de algunos trabajadores del INPE y delegados del centro penitenciario, quienes por años no son removidos y estarían solicitando dinero a los reclusos para acomodar sus celdas.
“Para armar beneficios penitenciarios de los internos se tiene que pagar más de 2.000 soles a los encargados”, manifestó.