Desde inicios del 2022 se ha ido incrementando el ingreso ilegal de huevo desde Bolivia. Es por la provincia puneña de San Román - Juliaca que los comerciantes conducen el producto que es distribuido a las ciudades de Arequipa, Cusco y Madre de Dios. El presidente de la Asociación de Avicultores del Sur (Avisur), Raúl Salas, informó que son 240.000 kilos semanales y 3.8 millones de kilos que ingresan al sur del país. “Esto equivale al 50% producción en el sur”, sostuvo.
Salas enfatizó que no existe ningún control sanitario al huevo boliviano y, peor aún, evitan pagar impuestos. Aseguró que hay un gran riesgo de que la enfermedad de la salmonela se propague en el país con el producto del país vecino. “Son 24 millones de gallinas que pueden infectarse con la bacteria”, advirtió Salas. Esto podría disparar aún más los precios.
“Es casi imposible que el ama de casa pueda distinguir al huevo boliviano”, aseguró. Sostuvo que los envases son más gruesos y que algunos empaques están sellados, pero no habría otras características que los diferencien.
El dirigente pidió al Estado aumentar por 10 la logística para Senasa y del Ministerio Público. Salas resaltó que la soya, alimento para las aves, tiene un subsidio del 20% de Bolivia y que por eso es un negocio ingresarlo al sur del país. Actualmente, por el aumento de precio de la soya la producción de un kilo de huevo en el país es de S/ 6,7 soles.
El integrante de Avisur, José de Sávala, dijo que por los precios el consumo per cápita de huevo disminuyó de 243 huevos año a 150. En el país hay entre 400 a 500 granjas, y una de las principales productoras del país es la región de Ica. Explicó que con la incursión de contrabando boliviano de huevo se estarían perjudicando 1 millón de familias directa e indirectamente de la industria.