En los últimos meses, el robo y las estafas cibernéticas se han incrementado. Los delincuentes de este rubro pueden sacar líneas telefónicas a nombre de su víctima, obtener préstamos, vaciar cuentas, obtener tarjetas de crédito, entre otros.
Y los usuarios y víctimas viven una pesadilla, entre la burocracia de las agencias bancarias, la desidia de las empresas de telefonía y la falta de logística de la Policía Nacional para dar con los ciberdelincuentes.
Ransomware y Phishing son algunas de estas estafas cibernéticas. Foto: TechRadar
Ante ello, la Fiscalía Especializada de Ciberdelincuencia ofreció algunas recomendaciones para protegerse mejor de estos hampones y así no convertirse en una víctima más de un fraude informático o de suplantación. A su vez, estos consejos ayudarán a evitar que los niños y adolescentes sean contactados por desconocidos con intenciones y propuestas inapropiadas.
De acuerdo al fiscal Humberto Flores Cáceres, Fiscal Superior de la Fiscalía Corporativa Especializada en Ciberdelincuencia de Lima Centro, los ciberdelincuentes obtienen información de sus potenciales víctimas, a través de ingeniería social, compra de información estatal en los mercados negros que les brinda datos privados necesarios para hacer operaciones por internet (número de tarjeta de crédito, el código de seguridad (cvv), fecha de vencimiento, etc.)
Además, la Fiscalía precisó para El Peruano que, usualmente, estos malhechores captan a personas de bajos recursos que se dejan deslumbrar por beneficios económicos con el objetivo de que abran una cuenta bancaria, recojan productos de compras fraudulentas o cobren transferencias realizadas a su nombre. Todo ello para posteriormente entregarlos a otras personas a fin de generar impunidad.
La creación de perfiles falsos en la redes sociales es otra de las acciones dentro de la ingeniería social que ejecutan estos hampones. Con ello, los criminales pueden obtener información de distintas personas y aplicarla en uno de los fraudes más conocidos, el Phishing, que consiste en comunicarse con sus víctimas y hacerse pasar como un amigo o familiar para pedirle dinero por alguna falsa emergencia.
En otros casos, proceden con la instalación de programas malignos (malware) para tomar el control de la computadora o del sistema y apropiarse de datos o de archivos privados para luego extorsionar a sus propietarios y pedir dinero a cambio de no publicar o eliminar algo.
Online. Robos cibernéticos han aumentado desde hace dos años. Hoy no hay cuentas seguras. Foto: difusión
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