A diario, rescatistas encuentran perritos y gatitos en la calle. En muchos casos, incluso, son bebés que ni han abierto los ojos o que necesitan seguir tomando leche de su madre. Hasta el 2018, se estimaba que había 80 albergues independientes en Lima.
La cifra hasta el 2022, evidentemente, ha crecido. Y, con ello, también la sobrepoblación de animales, la cual bordea los seis millones de canes y cuatro millones de felinos sin hogar. Ante la poca atención que le otorga el Estado a esta problemática, en el 2021, un grupo de parlamentarios y la sociedad civil impulsaron el proyecto de ley denominado ‘4 patas’, el cual buscaba priorizar la esterilización.
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Como casi nunca ocurre, los legisladores de diferentes bancadas se unieron a favor de estas especies y aprobaron la norma; sin embargo, casi un año después, todavía no ha sido reglamentada por el Ministerio de Salud (Minsa). El plazo para hacerlo se vence este miércoles 20 de julio.
Mientras no se cumpla con este paso, la iniciativa no será clara y se prestará a la interpretación de cualquier persona, lo que solo dificultaría su aplicación en el país.
El sector, que ahora es liderado por Jorge López, ministro que, en las últimas semanas, aprobó el retorno de las mascarillas en los espacios abiertos, también debió crear una comisión multisectorial para que se elabore dicho documento, pero, al igual que lo anterior, tampoco se cumplió.
Heidi Paiva, directora de la asociación de defensa de los derechos animales Proyecto Libertad, cree que estos retrasos se dan por falta de voluntad. De acuerdo a su percepción, muchos funcionarios no tienen como prioridad el tema de los animales pese a que el hacinamiento de mascotas ya es un problema de salud pública que afecta a toda la ciudadanía.
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En esa línea, consideró que el desdén se sintió más desde la llegada de la pandemia de la COVID-19. “Si no se reglamenta una norma, se deja mucho espacio de interpretación. […] Mucho de los temas que hemos ganado han sido por interpretación, ya que la otra parte no sabía cómo refutar, por ello, creo que en este caso es necesario que, mediante un reglamento, se especifique qué conceptos de bienestar animal dicta la ley”, comentó a este diario.
Por su parte, Inés Nole Bazán, médico veterinario y miembro de la Coalición por los Animales del Perú (Colpa), recordó que dicha ley es de vital importancia en el país, ya que ataca efectivamente la sobrepoblación de animales domésticos con la esterilización quirúrgica, la cual se podrá llevar a cabo por el Gobierno central, regiones y municipios.
Si bien es cierto, la iniciativa ya está en vigencia; sin embargo, ambas rescatistas consideran que su aplicación aún no se ha hecho sentir ni ha generado un impacto positivo en su casi primer año de validez.
Heidi Paiva recalcó que hay medidas similares que ya se aplican en otros países como Colombia, Chile y Holanda. Justamente, en este último lugar, han puesto en marcha una estrategia combinada que abarca la esterilización de manera masiva, educación en tenencia responsable y la prohibición de la venta de animales domésticos.
“Esto ha funcionado y ahora Holanda es uno de los países que es libre de los perros abandonados”, resaltó la especialista, quien, a su vez, consideró que es un buen ejemplo que se podría replicar aquí.
A la fecha, lo que el Perú hace para controlar el tema de zoonosis o sobrepoblación es matar a los perros y gatos, en especial cuando se detectan focos por rabia.
No obstante, además de ser una práctica cruel, también es cara, pues se gasta en veterinario, capturar al perro, la aplicación de la dosis, entre otros. Los precios disminuyen cuando se utiliza la esterilización como una campaña de prevención.
“En el país, estamos atrasados porque las acciones se concentran en rescatar animales, pero no es la raíz del problema, sino las consecuencias”, señaló.
Inés Nole Bazán, médico veterinario, recordó que la esterilización es una manera efectiva de controlar la sobrepoblación de animales domésticos en el país. En ese marco, desmintió algunos mitos que existen en torno a esta práctica.
Por ejemplo, aclaró que no es necesario que las perritas tengan su primer celo o se preñen para que las esterilicen. Sobre esto segundo, aseguró que no existe información científica que lo avale.
Por otro lado, la esterilización tiene efectos positivos en los canes y gatos, ya que evita los “tumores mamarios, entre otros”.
Al momento de hacer el informe tratamos de contactarnos con el Minsa, pero el equipo técnico no estaba disponible.